Los miles de pequeños ahorradores afectados por la quiebra de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) tienen un motivo más para indignarse. Banco Sabadell, el nuevo dueño de sus dineros, les ha propuesto una fórmula muy lesiva para rescatarles de la pillada de las participaciones preferentes de la caja alicantina. Y eso que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha presionado a la entidad para que el canje no fuera tan nocivo.
El organismo supervisor ha mantenido arduas conversaciones con Banco Sabadell para que la oferta de canje a los numerosos afectados por el impago de los intereses de las preferentes de la CAM fuera lo menos perjudicial posible. Según distintas fuentes financieras, Sabadell pretendía que los que aceptaran el cambio de los títulos de renta fija por acciones del banco no pudieran venderlas en al menos dos años si querían recibir el 100% del nominal.
De esta manera, evitaría que sus nuevos accionistas no vendieran de inmediato y castigarán aún más si cabe el valor en bolsa de Sabadell (ha perdido más de un 40% en 2012). Sin embargo, la entidad presidida por Josíé Oliú se ha visto obligada a dar liquidez inmediata a los particulares con preferentes de la CAM, para que pudieran desprenderse de los títulos y recuperar parte de su inversión.
No obstante, se trata de un caramelo envenenado, ya que el precio del canje está un 64% por encima del actual cambio en bolsa de Sabadell. Los empobrecidos clientes de la CAM recibirán, si aceptan la oferta, acciones a un precio mínimo de 2,30 euros. Ese será el precio de la suscripción a cambio de recibir el 100% del valor de lo invertido en las preferentes. Por tanto, si deciden vender sus títulos inmediatamente, tendrán que asumir una píérdida muy significativa que dependerá del cambio en bolsa del momento.
Así, por ejemplo, un inversor que comprase preferentes por 1.000 euros y que firme el canje percibirá 434 acciones de Sabadell. En caso de quitárselas de encima a las primeras de cambio, ingresarían 607 euros, por lo que perderían un 40% de sus ahorros.
El caso es muy similar, pero todavía peor, que el que ya han sufrido algunos clientes de Bankia. La entidad les propuso en marzo cambiar preferentes por acciones del grupo presidido en ese momento por Rodrigo Rato con una píérdida del 25%, ya que solo recibían el 75% de lo invertido. Además, el precio de canje era un 11% superior al de mercado, por lo que la minusvalía se elevaba al 35%. Para obtener el 100% del nominal de los valores de renta fija, les invitó a mantener los títulos de renta variable hasta mediados de 2013, por lo que la operación se parecía a un corralito.
El premio de consolación
Por ese motivo, Bankia, ya con Josíé Ignacio Goirigolzarri al frente, quiere dar un trato más favorable a los otros 92.000 afectados por otras emisiones de preferentes por 3.000 millones. El grupo controlado ya por el FROB sopesa ofrecer depósitos a cuatro años con una rentabilidad del 1,25% TAE anual. Sabadell ha optado por otro camino. Para premiar a los que opten por mantener los títulos en cartera, se compromete a pagar un interíés del 6% a lo largo de cuatro años, lo que supone un total del 25% del nominal de las preferentes o la deuda canjeada. Estos pagos diferidos se realizarán en efectivo y no estarán condicionados a la reinversión en acciones.
Para la entidad, el canje supone una fuerte inyección de capital. Los 1.631 millones de euros, convertidos totalmente en acciones, reforzarán la base de capital de la entidad, si bien íésta todavía no ha dado datos sobre el efecto sobre los ratios de capital. Sabadell ya hizo una ampliación de 1.000 millones el pasado mes de febrero para digerir precisamente la compra de la CAM, operación por la que recibió ayudas públicas de 5.000 millones de euros, más un Esquema de Protección de Activos (EPA) o seguro para cubrir píérdidas futuras por un máximo de 8.000 millones