Carrefour ha enseñado el camino a todas aquellas empresas extranjeras presentes en Grecia con independencia de si los helenos deciden seguir dentro del euro u optan por volver al dracma. Varias españolas tienen grandes riesgos en Atenas, especialmente ACS, tanto de forma directa como a travíés de Hochtief.
La empresa presidida por Florentino Píérez tiene dos contratos de infraestructuras, compartidos con Ferrovial, por valor de 2.650 millones de euros. Ambas multinacionales españolas se adjudicaron la construcción y posterior explotación de dos autopistas, la Ionian Odos, por 1.150 millones, y la Centra Greece Motorway, por 1.500 millones.
Tanto ACS como Ferrovial, dueñas del 66% del capital de las dos concesionarias, comenzaron la construcción de las rutas y la gestión de parte de los tramos abiertos. Pero las obras quedaron en el aire conforme fue profundizándose la crisis. En la actualidad, las empresas llevan meses negociando con el Gobierno y con la banca para refinanciar dichos proyectos, que están parados. El problema es que ahora mismo no hay un Ejecutivo en Grecia con el que adoptar decisiones de ese calibre.
Ferrovial asegura haber dotado los 65 millones de cash que ha aportado, si bien no da más detalles de cómo le afectaría que esos contratos se pudieran dar por finalizados o si finalmente hubiera un cambio de moneda en el país heleno. ACS no hace ninguna mención a su presencia en Grecia en su memoria anual ni tampoco suele incluir estos activos en sus presentaciones con analistas. Tampoco dice nada de su participación en el aeropuerto de la capital griega a travíés de Hochtief ni de sus contratos a travíés de Urbaser y Cobra, sus filiales de servicios e ingenieria.
Iberdrola tambiíén tiene presencia en el mercado griego a travíés de la elíéctrica Rokas, adquirida entre 2004 y 2009 por unos 180 millones de euros. Pero además tenía planes de inversión en el país mediterráneo por 600 millones de euros. La compañía sostiene que de momento no tiene ningún problema de pagos con los clientes, pero lo cierto es que Grecia ha reconocido un riesgo elevadísimo de apagón generalizado por la imposibilidad de pagar a los proveedores.
Acciona, CAF, Tíécnicas Reunidas y FCC están asimismo presentes en suelo heleno. La última, a travíés de su filial Alpine, ha decidido irse del país tras advertir impagos cercanos a los 20 millones de euros. Antes de que la factura vaya a más, la compañía presidida por Baldomero Falcones ha optado por coger los bártulos y volver a casa.
La ropa española tambiíén se extiende por Grecia. Inditex tiene 165 tiendas a lo largo del territorio, mientras que Mango dispone de 18 puntos de distribución. No son las últimas. Indra, Iberia, Politours, Valtecnic, Gamesa, Endesa, Sinco y Mac Puar tienen negocios en un país cuya deuda está parcialmente en manos de algunos grupos financieros españoles. Hasta hace unos meses, uno de los más expuestos era Mapfre. En total, unos 450 millones de euros. Poca cosa, pero con daños colaterales relevantes si finalmente Grecia decide salirse de la Unión Monetaria y Económica. En ese caso, se avecina una tormenta perfecta en los mercados.
