La morosidad de los críéditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de críédito (EFC) a particulares y empresas alcanzó en abril el 8,72%. De este modo, alcanza su nivel más alto desde abril de 1994.
Esto supone un aumento respecto al nivel de marzo (8,36%), en tanto que el incremento es de 2,3 puntos porcentuales si se compara con el cuarto mes de 2011, cuando la tasa de impago superaba el 6,3%.
Los críéditos morosos totales del sector se situaron en abril en 152.740 millones de euros, más de 52.700 millones por encima de la barrera psicológica de los 100.000 millones que superó en mayo de 2010.
El incremento de la morosidad se vio acompañado en abril de una contracción del volumen de críéditos a familias y empresas en unos 17.600 millones de euros. En concreto, los críéditos totales concedidos por las entidades en abril alcanzaron 1,75 billones de euros, cifra que arroja un descenso del 1,01% en tasa mensual y una caída del 3,47% respecto a los últimos doce meses.
En conjunto, las entidades financieras destinaron hasta abril 84.287 millones de euros a provisiones para afrontar la escalada de la morosidad, lo que supone prácticamente un incremento de casi 1.000 millones respecto al mes precedente, cuando destinaron 83.387 millones, y un incremento del 18,6% en tasa interanual.
Las últimas reformas financieras aprobadas por el Gobierno establecen la obligatoriedad de incrementar las provisiones para afrontar eventuales píérdidas en los riesgos vinculados al 'ladrillo' por un total de 82.000 millones de euros, de los que 52.000 millones se dedicarán a cubrir activos tóxicos, y el resto, a sanos.
Tanto banqueros como analistas financieros coinciden en que los próximos meses seguirán siendo difíciles y en que la morosidad del sistema financiero podría llegar a superar la cota del 9% en el presente ejercicio si el críédito mantiene la tendencia bajista que describe hasta ahora.
