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El ministro francíés de Asuntos Europeos, Bernard Cazeneuve, admitió las divergencias con Alemania sobre las medidas para enfrentar la crisis, aunque se mostró esperanzado en lograr algunos acuerdos en la reunión del próximo viernes en Roma.
Según Cazeneuve, la principal discrepancia entre ambos países es la mutualización de la deuda y la creación de eurobonos, vías por las que apuesta el gobierno francíés.
El Ministro se mostró esperanzado en que en la reunión de este viernes en Roma entre los líderes de Francia, Alemania, Italia y España se pueda impulsar un consenso, antes de la cumbre europea del 28 y 29 de junio.
"Queremos que haya un acuerdo en la cumbre. La reunión que se realizará en Roma el 22 de junio será una gran oportunidad para intercambiar opiniones y tratar de consolidar este acuerdo", dijo.
El presidente Franí§ois Hollande, quien asumió el poder el pasado 15 de mayo, ha planteado la necesidad de incorporar una cláusula de crecimiento al pacto de austeridad y rigor presupuestario aprobado por 25 de los 27 países de la Unión Europea.
La propuesta enviada por Hollande a sus socios prevíé un paquete de medidas de inversión por un valor de 120 mil millones de euros.
Esas inversiones son parte de un plan global que tambiíén incluye la unión bancaria, la estabilización de los mercados financieros, las garantías de los depósitos y la recapitalización de los bancos.
"Nuestro objetivo es asegurar que las medidas que impulsen el crecimiento sean lo suficientemente grandes como para ayudar a crear puestos de trabajo y permitir que las limitaciones presupuestarias se flexibilicen", dijo el titular francíés.
De acuerdo con el ministro, a pesar de las divergencias, hay un diálogo regular entre el presidente Hollande y la canciller federal alemana, íngela Merkel.
Según Cazeneuve, los dos países tienen que poder decirse lo que piensan, si se quiere construir una nueva política para Europa y ponerla en el camino del crecimiento.