Durante estos dos días, ser europeo y caminar por los pasillos de la Cumbre del G-20 era como ser un paria de la economía global. Aunque Durao Barroso salió en defensa de Europa al decir que "no llegó para recibir lecciones de nadie", lo cierto es que el Viejo Continente parecía en Los Cabos un primo problemático al que no sólo miran mal, sino que echan la bronca en cada rueda de prensa.
Sin embargo, despuíés de dos días de reuniones tanto Barack Obama como Felipe Calderón, en calidad de presidente temporal, pusieron pomada y algo de optimismo a las reformas conocidas públicamente y a las que, entre bambalinas, Europa les hizo llegar ayer lunes despuíés de la cena. Europa pisaba el acelerador a última hora.
En la rueda de prensa de clausura Obama reconoció que "se han sentado las bases para la recuperación económica" y se han puesto en marcha mecanismos que antes no existían para localizar y atajar los "focos rojos".
Obama puso en dedo en la llaga al decir que los problemas en Europa son más complejos de resolver "porque hay mucha gente involucrada" y eso no puedo cambiar la "psicología" de los mercados.
'Europa sabe lo que está en juego'
Para el presidente de EEUU "la mayoría de los países del euro no forman parte del G-20" por lo que sólo de Europa pueden salir las soluciones. Según Obama, "Europa es consciente de todo lo que está en juego" sin embargo, el viejo continente debe dar "pasos inmediatos".
Sobre España, varias veces citada por Obama, señaló que los problemas surgieron de la "especulación" y puso a nuestro país como ejemplo para decir que "cuando España aclare como utilizará el dinero del rescate" se revertirá la "psicología" de los mercados. "Cuando clarifique exactamente cómo pretende utilizar los euros (el dinero) para recapitalizar su sistema bancario, cuando los mercados vean eso, eso puede ayudar a la confianza y a cambiar la psicología".
Tambiíén Calderón, durante la lectura de las conclusiones, aplaudió las medidas europeas "para lograr una arquitectura financiera más integrada, que recupere la supervisión, la reestructuración y la recapitalización bancaria".
El documento final respalda la unión bancaria, pero insiste en recordarle a Europa sus obligaciones. Y en concreto cita dos medidas que debe abordar: mejorar el funcionamiento de los mercados financieros y romper el círculo vicioso entre la banca y la deuda de los países.
Sin embargo, alejado de los focos, lo que en realidad tranquilizó a Obama fue un plan más ambicioso que verá la luz en los próximos días. Los líderes europeos le propusieron al presidente estadounidense varias iniciativas que probablemente se presentarán en el próximo Consejo de Estado: unión fiscal, apoyo directo a los países amenazados (como España e Italia) y un proyecto de inversión para revitalizar la economía y el empleo.
"Estamos alentados por lo que escuchamos de los líderes europeos hoy y por el enfoque amplio que estamos viendo en todo el mundo sobre la necesidad de fortalecer el crecimiento económico", aseguró el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner. La cumbre que los europeos tendrán la próxima semana en Bruselas será "crucial", en palabras del secretario del Tesoro. Sobre la economía española, al G-20 “le queda claro la absoluta determinación de España de hacer frente a la crisis y cumplir con su compromisos†.
Para evitar “abusos y voracidades†el G-20 logró ampliar el cortafuegos anticrisis hasta una cifra ríécord: 456.000 millones de dólares. “Se trata de la mayor capitalización de la historia (del FMI), y supone duplicar el fondo existente†dijo Calderón. Conseguir que países de distinto color y renta aportaran más dinero para salvar a los europeos es un logro nada desdeñable de la diplomacia mexicana despuíés de muchos meses de negociación.
Despuíés de dos días de cumbre del G-20 la sensación es que Europa sigue siendo un paria de la economía mundial pero ya no quiere que le echen la bronca en cada reunión, por no hacer los deberes.