"La situación es para llorar. Cada piso que vendemos se convierte en una fiesta". Cada piso que vende esta inmobiliaria y cada piso que vende la competencia. ¡O que no vende! Como dice esta fuente, la situación en las empresas cotizadas es alarmante y corrobora los datos reciíén publicados por el Ministerio de Fomento de que la venta de vivienda ha caído a niveles de 2004. Según este directivo de una gran cotizada, "más que el dato de unidades comercializadas, vamos a empezar a publicar los nombres y apellidos de los compradores".
Como muestra de que no son lágrimas de cocodrilo están los balances registrados por las grandes inmobiliarias en el primer trimestre de 2012 y que algunas, insisten, "da vergí¼enza hacerlos públicos".
Efectivamente, cuesta decir que entre enero y marzo de este año no se vendieron pisos, como es el caso de Fergo Aisa o o el caso de Urbas; o que sólo se entregaron las llaves de nueve casas, frente a las 502 del mismo periodo de 2007 -como es el caso de Metrovacesa-, justo antes de que comenzara la crisis y las empresas inmobiliarias vivieran el boom del ladrillo.
Quabit habla de un total de 2 ventas, (se han hecho 62 ventas, pero 60 corresponden a operaciones de transmisión de viviendas con entidades financieras) y Reyal Urbis cerró el trimestre con sólo 20 comercilizadas, frente a las 767 que supuso el balance de hace cinco años.
Sin movimiento
Como reconocía no sin apuros el presidente de Realia ante la prensa, Ignacio Bayón, "hemos entregado, y por tanto facturado, 15 viviendas en los tres primeros meses de 2012, periodo en el que además ha prevendido otras 34 unidades". Así, a cierre de marzo, la compañía contaba con un stock de 1.070 pisos que va a ser difícil colocar. En el primer semestre de 2007, justo cuando la empresa salió a bolsa, se vendieron 445 unidades por un valor de 133 millones de euros.
Sin duda, las cifras complican la refinanciación, ya que en 2012 vence el 38,4 por ciento del total de deuda financiera, esto es, unos 837 millones de euros.
La compañía, sin embargo, ha hecho los deberes con un plan de ajuste que pasa por reducir gastos (de 38,7 millones de euros en 2007 a 20,1 en 2011) y una merma en la plantilla de 85 personas -actualmente cuenta con 154 personas en el equipo-. Tambiíén se ha reducido el número de consejeros de 14 a 10 y se ha supeditado la remuneración variable al consejo a la obtención de resultados.
En Metrovacesa la crisis ha pasado factura a mitad de su plantilla y de los 472 trabajadores de 2007 se mantienen sólo 200 empleos. "Hay que tener en cuenta tambiíén que al reducirse el stock de viviendas de las más 2.400 en 2007 a 275 en 2011 se ha bajado el número de comerciales", justifican desde la compañía, que ha logrado reducir su stock de las 2.600 unidades de 2009 a las 282 del año pasado.
Tampoco la situación de Fergo Aisa es para tirar cohetes. "En los tres primeros meses no hemos vendido nada", justifica un directivo que no necesita comprobar los datos. La inmobiliaria que preside Carlos Fernández busca con urgencia un inversor que inyecte dinero y la saque del preconcurso en el que está sumida desde el pasado abril.
Hacer los deberes
En Reyal Urbis tienen claro cómo se hacen los deberes: en el periodo de 2007 a hoy, la plantilla se ha reducido en un 76 por ciento y los costes indirectos -excluido el de personal-, en un 90 por ciento. El consejo de la inmobiliaria tiene congelada la remuneración de sus miembros desde 2009. En el caso de las retribuciones variables, tampoco se abonaron el pasado año.
Las 147 viviendas vendidas de Metrovacesa, la mitad respecto a un año antes, tienen trampa (o "explicación"): en su mayoría se han vendido fuera de España.