Los inversores cerraron ayer posiciones cortas en todos los bancos medianos. Bankia, Sabadell, Bankinter y Popular se apuntaron las mayores ganancias en un Ibex que vivió a dos velocidades. La de los bancos –CaixaBank y Santander tambiíén subieron, aunque a menor ritmo, y sólo BBVA bajó, pero ligeramente- y el resto, que corrigió la subida del día anterior.
El mercado estaba cotizando buenas noticias para el sector de la mano de la presentación de los informes de los valoradores independientes Roland Berger y Oliver Wyman. Pero según los analistas la falta de concreción de las conclusiones que se hicieron públicas al cierre del mercado puede provocar un giro a peor del escenario para las entidades medianas. El mercado tiene que cotizar hoy lo que vagamente y sin demasiado íénfasis definió el secretario de estado de Economía, Fernando Jimíénez Latorre, como “información que no es desfavorableâ€.
La presentación de los informes escenificó ayer la división del sector bancario cotizado español en dos grupos. Uno, el de las tres mayores entidades financieras –Santander, BBVA y Caixabank, aunque esta última había sido puesta en tela de juicio por algunos analistas-, que en ningún caso tendrán que recurrir a las ayudas públicas. Y un segundo donde caben todas las demás y para el que a su vez se abren otros tres escenarios.
Uno, para las entidades que como las más grandes no necesitarán capital al final del proceso. Dos, para los bancos que puedan captar capital por sus propios medios. Y un tercero para aquellos grupos financieros que, según el Gobierno y el Banco de España, tendrán que recibir ayudas públicas de forma moderada.
Ayer, con las plazas europeas cerradas a cal y canto, el euro ahondó en su caída, Wall Street profundizó en sus píérdidas y la prima de riesgo se tensionó hasta los 510 puntos básicos tras la presentación de las valoraciones y las explicaciones del Gobierno. La reacción a corto plazo es incierta. “Las cotizaciones de los bancos medianos ya están cotizando un escenario de recapitalización fuerte. Creo que a corto plazo podría haber una reacción positiva, aunque no faltarán las voces que digan que las nuevas necesidades de capital son insuficientesâ€, asegura Nicolás López, de MG Valores.
Otros no son tan optimistas. “Les han dejado a los pies de los caballos. Si el mercado esperaba datos concretos y que alguna entidad fuera excluida del grupo de las cotizadas que pueden recibir ayudas, a estas horas estará muy decepcionado. Despuíés de lo que se presumía como un ejercicio de transparencia, hay más dudas que antes porque hasta septiembre no se conocerán las necesidades individuales de cada banco. Demasiado tiempo para una empresa cotizadaâ€, aseguran en fuentes de una entidad financiera española.
Entidades como Popular o Sabadell llevan varias semanas combatiendo la incertidumbre bursátil –acumulan caídas en bolsa del 50% y del 38% respectivamente- que generan las futuras necesidades de capital y provisiones. Otras, como Bankinter, que acumula un descenso del 46% en el parquíé en 2012 y al que los analistas sacan del foco de los grupos que tendrán que recibir ayudas, se apresuró ayer a asegurar que no recurrirá a ningún tipo de ayuda pública para cumplir con los requisitos de capitalización.
Popular, que es el banco en el que los 'hedge funds' acumulan más posiciones cortas, ya intentó taponar el pasado día 6 la sangría bursátil comunicando que prevíé cubrir todas las exigencias entre este año y que espera vender activos con plusvalías de 2.000 millones de euros este año y el siguiente. Todo un reto que hasta ahora los expertos ponen en duda.
Máxima presión
Popular y Bankinter, donde los cortos ‘controlan’ el 6,67% y el 6,44% del capital, son los dos bancos a los que los especuladores están atando más en corto. Sus porcentajes son muy superiores al 2,36% de Sabadell y a la horquilla entre el 0,78% y el 0,421% del resto de los valores bancarios.
Los números son concluyentes: con la única excepción de Banco Sabadell, todas las posiciones cortas de los bancos listados son superiores a las del 11 de agosto del año pasado, cuando esta operativa fue suspendida por el brutal clima de incertidumbre en los mercados mundiales