El economista jefe de La Caixa y profesor de Iese, Jordi Gual, ha avisado este viernes de que España necesita reducir los costes laborales y equilibrar los sueldos a la productividad para recuperar la competitividad perdida durante los últimos años frente a los países del norte de Europa y mejorar su posición exportadora.
En una jornada sobre la reforma laboral en la Generalitat, Gual ha manifestado que la salida de la crisis tiene que venir "forzosamente" del sector exterior, porque el consumo interior se mantendrá a niveles bajos durante "bastante tiempo", y ha remarcado que España y sobre todo Cataluña tienen el potencial para aumentar sus cuotas de ventas al exterior.
Para ello, ha indicado que "no hacen falta grandes milagros", sino un ajuste de los costes laborales y de los precios de los productos y, por tanto, un aumento de la competitividad, ya que ha criticado que durante la recesión y con unos aumentos muy importantes de paro, España no ha reducido los costes laborales, sino que los ha aumentado.
Reflejar la productividad
"España debe ser capaz de hacer lo que en los últimos años no ha hecho: que los precios y los costes laborales reflejen la productividad", ha remarcado, y ha celebrado que la reforma laboral avanza en este aspecto, porque, a su juicio, intenta que el ajuste del mercado sea por la vía de los salarios y no de los despidos.
Ha advertido de que la economía española sigue gastando más de lo que ingresa "a pesar del proceso de doble recesión que ha sufrido", lo que provoca una desconfianza de los acreedores privados internacionales.
Por ello, han dejado de estar interesados en pagar este díéficit, lo que provoca una excesiva dependencia de España del Banco Central Europeo (BCE) y una situación insostenible que se mantendrá hasta que el país sea capaz de demostrar que puede cumplir los compromisos de reducción del díéficit.
Ha urgido al Gobierno a hacer los deberes que exigen Bruselas y los mercados privados internacionales, y ha remarcado: "No nos tenemos que hacer ilusiones de que España es tan grande que no se la puede dejar caer. Hay que hacer los deberes en casa y no esperar que la solución venga de fuera".
En cuanto a la deuda pública, Gual ha asegurado que la situación de España "no es excesivamente preocupante, incluso despuíés de la recapitalización de la banca". Sin embargo, ha remarcado que el problema de España es el díéficit y la falta de credibilidad que provoca entre los acreedores de que podrá reducirlo, porque ha indicado que la economía española ha protagonizado una "historia de incumplimientos".