¿Está justificado el creciente apetito de los inversores por los fondos de gestión extranjera frente a los nacionales? Las malas rentabilidades de los productos españoles validan esta preferencia: en los cinco años de crisis, apenas seis fondos españoles de más de 1.300 baten la rentabilidad del bono a diez años, algo que sí consiguen el 18% de los fondos extranjeros.
Prácticamente todos los fondos españoles han fracasado en su intento de batir una inversión tradicionalmente conservadora como es la deuda pública (que tal vez no se pueda considerar así tras la crisis). Sólo el 0,5% de los fondos de gestión española (6 de un total de 1.304) consiguen superar el 4,69% de rentabilidad media del último lustro que ofrece el bono español a diez años.
En cambio, los fondos de gestión foránea obtienen un rendimiento mucho mayor, ya que, según los datos de Morningstar, el 17,9% de los fondos extranjeros obtendría una rentabilidad superior a la del bono.
Los fondos españoles tampoco han sido una garantía en la preservación del capital. Sólo el 9,3% consigue un rendimiento mayor que la inflación (del 2,18% anual en los últimos cinco años). Y sólo el 38,6% rinden en positivo. Frente a ello, el 31,2% de los fondos extranjeros consigue batir el IPC y el 45,3% obtienen ganancias durante la crisis.
Ningún fondo español obtiene más del 10% anualizado. No hay muchos fondos extranjeros que logren tan apetitosas ganancias, sólo 61 (un 0,8% del total), pero por lo menos lo consiguen algunos. Su mayor diversificación, tanto geográfica (entre los mejores hay fondos de bolsas tailandesa, ausente en fondos españoles), como operativa.
Los datos no son muy buenos para los fondos extranjeros, pero resultan letales para los de gestión española. No es extraño así que los fondos nacionales hayan perdido la mitad de su patrimonio durante la crisis. Una caída patrimonial centrada sobre todo en las grandes gestoras, dependientes de las entidades bancarias.
El dinero de los fondos ha escapado hacia los depósitos, pero tambiíén hacia las gestoras extranjeras. Cada vez hay más inversores que confían en la gestión foránea. Los resultados están a la vista. ¿Por quíé hay tanta diferencia de rentabilidad entre los fondos españoles y los extranjeros?
FONDOS PLAGADOS DE DEUDA ESPAí‘OLA Y BANCARIA
La categoría “española†en los fondos implica “deuda pública española y bonos de Bankia y de ahí en adelanteâ€, señala Víctor Alvargonzález, director general de Profim. En los fondos españoles abundan tambiíén las cíédulas hipotecarias, “que tienen algunas ventajas en cuanto a seguridad, pero no dejan de ser entidades financieras quien las emiteâ€.
“Los gestores españoles tienen una elevada exposición a España que les ha perjudicadoâ€, señalan en Abante Asesores. Algo que tambiíén se sufre en los fondos de renta variable.
“Desde hace tres años ha habido una recuperación bursátil, pero el peor índice ha sido el Ibexâ€, explica Alvargonzález, que tambiíén recuerda su nula exposición a España en este periodo en favor de Estados Unidos y emergentes.
Marta Campello, socia directora en Abante Asesores Gestión, explica que en España “hay gestores buenísimos, con unos números y unos resultados espectacularesâ€, pero con un patrimonio gestionado de “cifras ridículasâ€.
Y es que la causa principal del mal desempeño de los fondos españoles estriba en la absoluta bancarización de la industria nacional. La gran mayoría de los fondos españoles pertenecen a bancos o a las (antiguas) cajas.
“Cuando eres una entidad financiera –con un objetivo de colocación determinado- no estás pensando en asesorar mejor al cliente, sino en cumplir los objetivos de la entidadâ€, relata Marta Campello.
Las entidades están más pendientes de ofrecer el producto de “moda†o el que le interese a su cuenta de resultados en cada momento que en potenciar su división de fondos o en servir adecuadamente al cliente. Las necesidades de liquidez de los bancos de estos años se correspondieron con una fuerte salida de dinero de los fondos, muy similar a la entrada de depósitos, recuerda Campello. Las últimas ofertas financieras, como preferentes o convertibles, no han sido muy beneficiosas para el cliente bancario.
Víctor Alvargonzález explica que el modelo de industria de fondos en España es muy extremo: “la mayor parte de los gestores pertenecen a entidades que no les permiten mucho margen y buscan productos predecibles, con comisiones muy elevadas por solo seguir un índice; pero tambiíén hay gestoras independientes que son muy activasâ€.
Gestoras como Bestinver, líder en fondos y pensiones, pero tambiíén Belgravia, o Cartesio, entre otras.
“El peso de estas gestoras es pequeñoâ€, dice Alvargonzález. Esto provoca que la “industria española no sea representativa de la calidad de la gestiónâ€, explica Campello. Así, “el gran problema de la industria de fondos española es que está muy dominada por un producto garantizado y conservadorâ€, justamente el que suelen promocionar las entidades financieras. Campello atribuye malos resultados a estos fondos: los monetarios, esclavos de exiguas rentabilidades y amplias comisiones y los garantizados, “en un entorno de tipos bajos y con las bolsas cayendoâ€, no cosechan una buena actuación.
En el extranjero hay mayor abundancia de fondos de retorno absoluto y gestión alternativa, explica la experta de Abante, que permiten una gestión “con un universo muy amplio que les permite capear el temporal†al poder moverse por todo tipo de activos. En España, con la hegemonía de bancos en la industria, este tipo de fondos son todavía “muy incipientesâ€.