Entre 14 y 20 consorcios de constructoras se están disputando cada uno de los siete contratos del AVE a Galicia que Fomento tiene previsto adjudicar en el mes de julio. Las obras alcanzan 925 millones en conjunto, todo un hito en tiempos de sequía para la obra civil.
La construcción española se examina antes de las vacaciones de agosto en el AVE gallego. Los siete contratos licitados el pasado 4 de mayo, y cuyo plazo de presentación de ofertas se cerró el jueves pasado, han atraído la atención de todo un sector acuciado por la escasez de obra pública en España. A falta de que se abran las plicas, distintas fuentes aseguran que cada uno de los contratos está siendo disputado por una cifra de 14 a 20 consorcios. Están presentes desde las grandes cotizadas hasta las constructoras medianas, integrantes de las patronales ANCI y Aerco.
"Las grandes pretendían ir en solitario, pero desde Fomento se les ha pedido que abran sus consorcios a pequeñas constructoras", comenta el director general de una de las compañías implicadas. Al parecer, FCC y Acciona han escuchado las recomendaciones del ministerio. ACS, Ferrovial, Sacyr y OHL parecen haber participado principalmente junto a filiales propias.
Cada una de las siete actuaciones, valoradas en un total de 925 millones (IVA incluido), van a ser cubiertas por el presupuesto de Fomento en un ejercicio 2012 de máxima austeridad: en el primer trimestre licitó obras por 393 millones, lo que implica una rebaja del 54% respecto a 2011.
Los contratos han sido fragmentados hasta un volumen que va de los 120 millones (IVA incluido) hasta los 155 millones, lo que ha facilitado la participación de un amplio abanico de empresas. Solo los tres tramos que precisan tuneladora parecen de acceso más complicado para algunas de las medianas constructoras. Los sobres con las ofertas tíécnicas se abrirán el 5 de julio, mientras las ofertas económicas comenzarán a conocerse a partir del 16 de julio (cada dos días se completa la apertura de plicas de cada uno de los concursos).
Más control
Las constructoras de obra civil agrupadas en ANCI celebraron ayer su asamblea anual con la presencia de varios pesos pesados del Gobierno. El ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, fue contundente ante los contratistas al advertir que tanto íél como la ministra de Fomento, Ana Pastor, han dado órdenes para acotar los modificados y desviaciones en las obras. "Solo en Medio Ambiente tenemos 480 expedientes con desviaciones por 900 millones. Para evitarlo, los dos grandes ministerios inversores coordinaremos las mismas reglas de contratación, con más transparencia, y mejoraremos los proyectos para evitar modificados".
Arias Cañete calcula que las obras ejecutadas por su ministerio se han desviado un 17% de media de los presupuestos de licitación. "Tambiíén se incrementan las bajas por el efecto de la competencia. Esto puede liberar recursos, pero estaremos atentos a que esas ofertas no sean temerarias. No nos temblará la mano si tenemos que rescindir un contrato cuando se aparte del presupuesto".
Recetas para reanimar la economía
El presidente de ANCI, Jaime Lamo de Espinosa, aseguró ayer que espera un repunte de la inversión productiva del Gobierno para 2013. Las constructoras de su patronal vieron reducidas en 2011 las adjudicaciones de Fomento en un 39%, hasta los 603 millones, y las de Medio Ambiente en un 35%, hasta 37 millones.
ANCI propone al Gobierno que recorte el gasto improductivo; que Medio Ambiente y Fomento eleven la cifra de inversión anual en un mínimo de 7.000 millones, y que se implante el pago por uso en las autovías, entre una decena de recetas.
Tras la reunión de las constructoras a puerta cerrada, se abrió ayer un turno de intervenciones en el que participó el secretario general de Infraestructuras, Gonzalo Ferre. Este recordó que Fomento destinará este año 600 millones al pago de expropiaciones. "No podemos hacer nuevas inversiones mientras no acotemos el problema de las expropiaciones", advirtió. Fomento trabaja con Justicia en la revisión de la legislación de expropiaciones forzosas. "No puede ser que el suelo cueste más que el propio proyecto", dijo el alto cargo de Fomento.