La cumbre europea que arranca hoy en Bruselas espera aprobar medidas para aliviar la presión de los mercados sobre España e Italia. La intervención a corto plazo en el mercado de la deuda pretende ganar tiempo para que los dos países completen sus reformas y para que la zona euro inicie su anunciada refundación.
Las manidas exageraciones que acompañan a las cumbres europeas desde hace dos años parecen condenadas a repetirse con la cita de dos días que se inicia hoy en Bruselas. Pero esta vez incluso los epítetos más dramáticos podrían quedarse cortos para describir la sensación de pánico que domina a la UE ante la posibilidad defraudar a los mercados antes de la apertura del próximo lunes. Y al menos dos delegaciones, las encabezadas por el italiano Mario Monti y por el español Mariano Rajoy, llegan dispuestas a que ese riesgo no se materialice porque podría suponer el descalabro definitivo de sus respectivos países.
El resto de socios tambiíén parece consciente de que en esta ocasión la zona euro se juega buena parte de su futuro. Y en las últimas horas negocian, contrarreloj y de manera confidencial, una respuesta a corto plazo que, como en mayo de 2010 con la creación del primer fondo de rescate, evite el lunes un castigo brutal a dos países que suman casi un tercio de la población de la zona euro y otro tanto de su Producto Interior Bruto.
Incluso la canciller, Angela Merkel, que anoche visitó por primera vez El Elíseo desde la llegada de Franí§ois Hollande, señaló en París antes de reunirse con el presidente francíés que "tenemos la obligación de construir una Europa fuerte (...) que funcione (...)" y en la que "unos socios ayuden a los otros". "Los mercados lo esperan", añadió.
"Disponemos aún de 48 horas hasta el mediodía del viernes y todos somos conscientes de la respuesta urgente que requieren ciertos asuntos", indicaron tambiíén fuentes diplomáticas en Bruselas ante la pregunta sobre una posible intervención a favor de España e Italia. Y la Comisión Europea confirmó que se preparan medidas a corto plazo, negociadas la noche del martes en París, entre los ministros de Economía de Alemania, Francia, Italia y España.
Sobre la mesa figura, entre otras posibilidades, la propuesta de que el fondo de rescate compre deuda pública en el mercado secundario. Propuesta que cuenta con el apoyo del Banco Central Europeo, cuyo presidente, Mario Draghi, asistirá hoy a la cena de los presidentes de Gobierno en que se discutirá el plan.
Monti se tambalea
Berlín se resiste por temor a que desaparezca una prima de riesgo que ha disciplinado a la zona euro. Pero ya se ha aclarado que no se trata de igualar los tipos de interíés de todos los socios, sino de relajar la prima de riesgo a los países que cumplan las recomendaciones de Bruselas. Ayer, el spread español permanecía en 536 puntos básicos, y el italiano en 464.
Y tanto Monti como Rajoy se han apresurado en las últimas horas a reafirmar ese acatamiento. El Parlamento italiano aprobó ayer la reforma laboral esperada por el BCE desde que el pasado mes de agosto compró por primera vez deuda italiana y española. Y el Gobierno de Rajoy indicó su disposición a elevar el IVA y suprimir la deducción fiscal por la compra de vivienda, dos medidas requeridas por el consejo de ministros de Economía de la UE la pasada semana.
Rajoy y Monti esperan ahora una recompensa vital para ambos. El presidente español advirtió ayer que España no puede financiarse "por mucho tiempo" con los tipos de interíés actuales (superiores al 6%). Y el gobierno tecnócrata de Monti podría perder el imprescindible apoyo de Berlusconi si regresa de Bruselas sin un acuerdo para aliviar la presión de los mercados. El contagio de Italia se visualizó ayer con un drástico plan ajuste en el tercer banco del país, Monte di Paschi, con una reducción de plantilla de 4.600 personas y el cierre de 400 sucursales. Este ajuste se conoce un día despuíés de que el Gobierno aprobara inyectar 2.000 millones a la entidad.
Acelerón al 'plan EU' y rebaja de tipos
A falta de acuerdo todavía sobre una intervención inmediata en los mercados de deuda, parece seguro que la cumbre europea podrá al menos dar luz verde al plan de estímulo anunciado en Roma el viernes pasado por los presidentes de Gobierno de Italia, Alemania, Francia y España. Una suerte de plan EU, de European Union, valorado en unos 130.000 millones y que se destinaría preferentemente a inversiones en infraestructuras transfronterizas. El presidente de la Comisión Europea, Josíé Manuel Barroso, incluso propuso ayer un acuerdo extraordinario entre las tres instituciones encargadas de tramitar el plan para garantizar que se aprueba de manera casi inmediata. "Vivimos un momento excepcional que requiere decisiones excepcionales", señaló Barroso tras proponer el acuerdo al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
El Banco Central Europeo tambiíén parece dispuesto a hacer su contribución para evitar que la zona euro caiga en una profunda recesión. Varias fuentes apuntaron ayer que Fráncfort podría rebajar la próxima semana los tipos de interíés y situarlos por, primera vez en su historia, por debajo del 1%.
Eurogrupo
Los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) confirmaron ayer, en reunión telefónica, que España cumple las condiciones para que el fondo de rescate participe en la recapitalización de su banca con un críédito de hasta 100.000 millones de euros.