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Canadá rechazará 300 mil extranjeros profesionales que solicitaron trabajo desde 2008 con una ley para eliminar el carácter retroactivo de esas peticiones, considerado la peor farsa en la historia de su política migratoria.
Mediante esa normativa, aprobada a fines del mes pasado, el Gobierno dejará fuera a esas personas luego de obligarlas a esperar casi 10 años bajo la promesa de que evaluaría sus casos, criticaron varios abogados especializados en inmigración.
Según los juristas, las autoridades canadienses denegarán esas solicitudes de empleo aunque en 2003 el Tribunal Federal desestimó un proyecto legislativo similar contra 100 mil aspirantes.
La nueva medida discuerda con las supuestas facilidades que Ottawa otorga a los inmigrantes calificados para radicarse en el país e impulsar la economía nacional, ante el acelerado envejecimiento de su población.
Cada año esa nación recibe al menos 250 mil extranjeros en busca de oportunidades laborales.
Según una reciente encuesta de la empresas Ipsos Reid y Postmedia News, en 2031 la inmigración será responsable del 80 por ciento del incremento demográfico en Canadá.
"Sin una inmigración constante o un aumento sustancial en los índices de fertilidad, el crecimiento reproductivo en 20 años podría ser cero", advirtió el estudio, que entrevistó a mil 101 personas de todo el país del 20 al 25 de junio pasado.