Por... Lourdes Píérez Navarro
Los resultados mostrados por el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en junio apuntalan pronósticos de que la inflación en Venezuela cerrará el año por debajo de la previsión presupuestaria de entre 20 y 22 por ciento.
Según datos del Banco Central, la variación acumulada del INPC alcanzó 7,5 por ciento hasta el pasado mes y por primera vez este indicador se ubicó en un dígito para el primer semestre de un año, desde 2008.
La variación anualizada de la inflación se colocó en 21,3 por ciento en junio, con lo cual el índice estuvo dentro de lo estimado en el presupuesto para 2012.
"Se ve que las cifras como mínimo van a estar en la que se señaló en el presupuesto nacional, que es entre 20 y 22 por ciento, y que posiblemente van a estar por debajo de 20 puntos porcentuales", comentó el presidente del Instituto Nacional de Estadísticas, Elías Eljuri.
A su juicio, de mantenerse la tendencia de desaceleración, casi seguro el índice "estará por debajo".
Esta caída de la inflación comenzó a experimentarse en el país a partir del arribo al poder del mandatario Hugo Chávez, en 1999; desde entonces ese indicador se ha mantenido en un promedio de entre 20 y 25 por ciento.
Los gobiernos de la IV República que le antecedieron, mantuvieron ese índice en cifras notablemente superiores: en el de Carlos Andríés Píérez (1989-1993), fue de 45,3 puntos porcentuales, mientras que durante el periodo presidencial de Rafael Caldera, se disparó hasta 103,2 por ciento en 1996.
En contraste, en el primer semestre del año en curso ha habido una disminución del INPC y la variación acumulada de los primeros seis meses marcó 7,5 por ciento, la más baja desde que empezó a medirse ese indicador.
En opinión del primer vicepresidente del Banco Central, Eudomar Tovar, la desaceleración de la inflación obedece al incremento en la producción de bienes, en especial de alimentos; la acertada aplicación de la Ley de Costos y Precios Justos, así como la estrecha coordinación de políticas con el Ejecutivo Nacional.
La referida normativa legal, vigente desde noviembre de 2011, establece las regulaciones, mecanismos de administración y controles necesarios para mantener la estabilidad de precios y propiciar el acceso a los bienes y servicios a toda la población en igualdad de condiciones, con lo cual se pretende combatir la especulación.
En el declive de la inflación tambiíén han incidido los aportes de la puesta en marcha de la Gran Misión AgroVenezuela, programa creado por el gobierno para alcanzar la soberanía alimentaria.
Con ella se entregan a pequeños y medianos productores los insumos necesarios para cosechar y producir así los alimentos que requiere el país, los que en su mayoría son actualmente importados.
Como resultado de la implementación de ese programa, se ha constatado el incremento de la producción de hortalizas, en especial tomate, cebolla y pimentón, que por ser ingredientes fundamentales en la alimentación de las familias venezolanas tienen un peso importante al medir la inflación.
Sin embargo, los especialistas alertan de la necesidad de continuar elevando la producción y la oferta de alimentos y productos.
Esas estrategias conllevarían a disminuir paulatinamente la inflación, hasta ubicarla en un dígito, meta que se han planteado el gobierno, el Banco Central y el Instituto Nacional de Estadísticas