Para mis cuentas, este mes de julio cumplimos cinco años de crisis. Aunque había avisos previos, en el mes de julio de 2.007 entró en vigor la ley 8/2007 de 28 de mayo, de suelo. Por esta ley, si lo recuerdan, el suelo, a efectos de valoraciones, sólo podía ser urbano o suelo rural, eliminándose el suelo urbanizable. Este hecho produjo una convulsión en las tasaciones y valoraciones de los patrimonios inmobiliarios y comenzó, a raíz de esto, aunque no por esto, a cerrarse el grifo del críédito…; y así, hasta hoy.
Y aquí seguimos, aguantando y soportando una maquiavíélica situación que la estamos pagando, como siempre, los de siempre.
Han intentado convencernos de que juntos podemos, pero lo que no nos habían dicho era quíé podíamos hacer juntos y para quíé. Y ahora, despuíés de cinco años, es cuando están aflorando los verdaderos problemas: la deuda y no saber dónde estamos. Una deuda que no es directamente nuestra, y que por mucho que hagamos, no se va a poder pagar. ¿Cómo demonios soluciono un problema que no es mío, que depende de otro?. Estamos en la misma situación de los avalistas. Nos han convertido a todos en avalistas de la deuda del país y de forma indirecta, tambiíén, de la deuda de los bancos. Ni a mí, ni a ustedes, nos han preguntado por ello…, pero tampoco les hacía falta, nos tenían mucho más cerca a nosotros que a quienes han generado esta acojodeuda. Sí tengo que decir que la imputación de los consejeros de Bankia es una luz de esperanza contra la impunidad. No puedo saber si llegará esto finalmente a algo; al menos me quedará la pírrica (lo reconozco) satisfacción de ver el tíérmino “imputado†en nombres de responsables bancarios. Esto, como digo, es algo, porque hasta ahora, y con una excepción, lo que veía al lado de tan “ilustres†personajes era el tíérmino indulto.
El segundo problema, no saber dónde estamos, es lo que manifiestan la mandataria alemana y la finlandesa, por ahora. Ahora se dan cuenta de que no vivimos en sus ideales mundos. Que hay países más pobres que otros. Cuando prestaban dinero a espuertas, no pensaban en que llegaría este momento. Ahora claman al cielo contra los países del sur por haber cogido y gastado el dinero que nos daban. Cuando, incluso, los ahorradores les pagan dinero por comprar sus bonos, van de dignas y escrupulosas. La finlandesa dice que no piensa pagar las deudas de otros…; entonces…¿para quíé más Europa y para quíé más Euro?. No es que les haya ido mal a ellos, precisamente. Y si los paises de Europa no se ayudan…, ¿por quíé tenemos que pagarle intereses al 7%?. Nos prestan dinero y nos ponen a parir…; “vaase ustíé a la m…â€, ya lo dijo el poeta.
He dicho.
Vale.
Oberon.