La banca española presentará los resultados del primer semestre en los próximos días. Uno de los aspectos más relevantes será saber cuál es la exposición total de las entidades al riesgo de España tras el brusco deterioro del valor de la deuda. Según los últimos datos, Santander y BBVA tiene en sus balances más de 125.000 millones cuyas garantías son el Tesoro, las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Según los datos de Bloomberg, el grupo presidido por Emilio Botín tiene deuda española por casi 60.000 millones de euros, mientras que la institución liderada por Francisco González tiene una posición acreedora de cerca de 56.500 millones. El banco con sede de Bilbao matiza que su último dato oficial es de 52.800 millones, cantidad que incluye cualquier tipo de exposición a riesgo de impago.
Por debajo de los dos grandes aparecen en el ranking tres de las mayores aseguradoras europeas: la francesa AXA, con 8.200 millones; la italiana Generali, socio tradicional de Santander, con 5.500 millones, y la alemana Allianz, uno de los accionistas de referencia de Banco Popular, con algo más de 5.000 millones.
Además de estos importes invertidos en títulos del Tesoro y/o príéstamos a comunidades autónomas y ayuntamientos, las gestoras de fondos de inversión de la banca española tambiíén tienen una alta exposición al riesgo de impago de España. Santander Asset Management ha destinado 8.000 millones a comprar deuda nacional, mientras que Invercaixa cuenta con 7.274 millones en sus balances. Le sigue de cerca BBVA Patrimonios, con 6.913 millones, según Bloomberg.
Las gestoras de Ibercaja y de Bankia aparecen con algo más de 1.100 millones por cabeza, en una clasificación donde el mayor inversor extranjero –Pionner- apenas tiene 650 millones. La mayoría han ido vendiendo su riesgo a España desde finales del pasado año, situación que se ha acelerado recientemente con el alza hasta máximos históricos de la prima de riesgo española.
Desde que acabó el primer trimestre del año, el ratio que mide el coste de emitir del Tesoro ha pasado de 359 puntos hasta los 632 de cierre de este lunes. Por su parte, la rentabilidad del bono a diez años ha pasado del 5,35 hasta el 7,49%. Un deterioro brutal que los tenedores de títulos españoles tendrán que dotar a precios de mercado cuando en los próximos días presenten las cuentas del segundo trimestre.
A esa situación se añade el creciente riesgo de impago de varias comunidades autónomas, como Valencia, la cual ya ha reconocido que está en bancarrota. Necesita 3.500 millones para pagar sus próximos vencimientos de deuda, cifra que no tiene y que ha pedido ya al Estado para evitar la quiebra oficial. El mismo camino puede seguir Cataluña, a la que le urgen más de 5.000 millones antes de fin de año. Por su parte, Murcia ya ha solicitado unos 300 millones, al tiempo que los inversores tienen grandes dudas sobre la solvencia de Castilla-La Mancha y Baleares.
Liquidez más cara
Por estos motivos, LCH.Clearnet, uno de los mayores proveedores de liquidez a los bancos de los países denominados perifíéricos desde que estalló la desconfianza en el mercado interbancario, ha incrementado por segunda vez en un mes las garantías para poder comprar y vender deuda soberana española.
La cámara británica, que el pasado 20 de junio ya degradó el valor de los bonos españoles, anunció este lunes que las entidades que quieran liquidez tendrá que pagar un margen mayor para los tramos largos. Por ejemplo, para los vencimientos entre siete y diez años, el coste pasa del 11,80 hasta el 12,20%. Hasta los 15 años, la comisión se eleva desde el 14,70 al 16%, mientras que para 30 años el margen se incrementa hasta el 20 desde el 17,90% anterior.
LCH Clearnet cobra a las entidades financieras por utilizar deuda como colateral en operaciones interbancarias. Les aumenta los márgenes a la par que aumenta la percepción que tiene del riesgo asociado a la deuda en garantía.