Por... Jaime Mejia
MIAMI -- La economía global enfrentará una escasez de maíz y soya causada por una sequía inusualmente fuerte que afecta a las principales zonas agrícolas de Estados Unidos, uno de los principales productores globales de estos dos insumos básicos.
¿Una oportunidad de inversión? Para productores agrícolas importantes como Argentina, la sequía es sin duda una oportunidad, porque cabe prever que se disparen los precios globales del maíz y la soya en los mercados internacionales de bienes básicos.
Pero tambiíén pueden existir oportunidades para inversionistas individuales en cualquier parte del mundo a travíés de inversiones en bienes básicos sin necesidad de salir a comprar varias toneladas de maíz y guardarlas en un gran depósito, lo que resulta imposible para un inversionista individual.
Las inversiones en bienes básicos se hacen por medio de contratos a travíés del mercado de futuros. Estas son como apuestas que se hacen sobre el comportamiento del precio de un producto como el maíz, la soya o cualquier otro.
Los inversionistas no tienen que comprar físicamente ni un gramo del producto. Pueden invertir en fondos especializados, los cuales invierten el dinero de miles de inversionistas en contratos a futuro sobre estos bienes básicos.
Una de las opciones disponibles son los fondos llamados ETF, cuya sigla viene de Exchanged Traded Fund o fondo negociado en bolsas de valores. Los ETF son como cualquier otro título o acción que se negocia en bolsa. La diferencia es que cada ETF representa un fondo que invierte en un grupo de activos específicos como acciones, bonos y bienes básicos, entre otros.
Por lo general, los ETF replican a un índice de acciones o de otros activos. Y lo replica porque el fondo invierte en los mismos activos (acciones, bonos o bienes básicos) del índice. De esta manera el inversionista tiene la oportunidad de colocar su dinero en una inversión muy diversificada.
Otra ventaja de los ETF es que el costo de manejo es bajo, incluso inferior al 0,5% anual de lo invertido. Los fondos mutuos pueden ser más costosos.
Pero la escasez de maíz o soya por la sequía en EE.UU. no es la única razón para pensar en los productos alimenticios como una inversión con futuro.
Según el reconocido inversionista Jeremy Grantham, las tendencias de crecimiento poblacional llevan a pensar que en un futuro no muy lejano el mundo podría experimentar falta de recursos suficientes para alimentar al mundo. Esto indica que la producción de alimentos es una inversión con futuro.
Y en el corto plazo, en muchos países pueden surgir aumentos de los índice de precios o inflación por causa de la sequía en EE.UU. Esto se debe a que el maíz y la soya son insumos básicos en la producción de una gran variedad de alimentos.
Una forma de compensar lo que perdemos por inflación puede ser invirtiendo en futuros sobre bienes básicos del sector agrícola.
Este año, la rentabilidad de los bienes básicos ha sido atractiva. De acuerdo con datos de Morningstar Inc., firma de análisis de fondos, los ETF especializados en bienes agrícolas han tenido una rentabilidad anual de 7,87%. Y en los últimos tres años la rentabilidad anual ha sido de casi 12%.