La bola de nieve en que se ha convertido la deuda española crece y crece. Y lo hace í un ritmo que, según la Comisión Europea, llevará el endeudamiento público en el mejor de los casos a representar el 101,5% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2020.
O lo que es lo mismo, algo más de 20 puntos por encima del cierre de este año si se cumplen las estimaciones del Gobierno. En el peor de los casos, sostiene Bruselas, la deuda pública podría alcanzar el 111,7% del PIB; es decir, más del triple que el nivel registrado al comenzar la crisis.
Según esas previsiones, en 2015 el volumen de deuda podría situarse en el 92,1% del PIB, ya muy lejos del techo establecido en el antiguo Tratado de Maastrich (60% del PIB), y que todavía mantiene la UE como límite de la sostenibilidad fiscal.
La Comisión Europea llega a estas conclusiones en un documento que acaba de publicar. Y en el que hace un análisis exhaustivo de los grandes desequilibrios de la economía española. Su conclusión es que en ausencia de medidas de choque capaces de estabilizar el crecimiento del endeudamiento, la ratio respecto del PIB no dejará de empeorar hasta 2020. Y eso que los tíécnicos de Bruselas utilizan para elaborar el escenario base cifras sensiblemente mejores que las actuales.
Consideran para su análisis, en concreto, que los tipos de interíés a corto plazo se situarán durante el periodo en el 2%, y en el 6% los de largo (10 años). Para evaluar el resto de variables, la Comisión Europea utiliza las últimas previsiones de primavera, así como el Informe sobre Envejecimiento realizado por los servicios tíécnicos de Bruselas.
Los datos más recientes de Eurostat reflejan que el nivel de deuda pública en España, en todo caso, continúa claramente por debajo de la eurozona (un 88,2% frente al 72,5% en el primer trimestre de este año). La diferencia estriba, sin embargo, en su evolución. Mientras que en la eurozona apenas creció dos puntos porcentuales en el último año (y eso que las cifras están sesgadas al alza por el comportamiento de los países intervenidos), en el caso español el aumento de la deuda ha sido de 7,4 puntos. Sólo en tres países de la zona euro: Portugal, Irlanda y Chipre ha crecido el endeudamiento público más que en España.
Recomendaciones a España
En el informe de la Unión Europea sobre cómo afrontar los grandes desequilibrios macroeconómicos, se insta a España a volcarse en las exportaciones y a eliminar las barreras que impiden que las pequeñas y medianas empresas (pymes) puedan permanecer en los mercados exteriores. Y en este sentido, recuerda Bruselas que las actuales restricciones del críédito son un obstáculo insalvable para muchas empresas exportadoras, que ven cerrarse los mercados por falta de financiación.
La independencia de los organismos reguladores, la reducción de las cargas administrativas para crear empresas o la eliminación de barreras para el libre funcionamiento de los servicios profesionales son otras de las recetas que propone Bruselas en su informe sobre España. Al tiempo que reclama mayor íénfasis en la formación de los jóvenes, reduciendo al mismo tiempo la dualidad en el mercado de trabajo, donde una cuarta parte de la fuerza laboral tiene empleo temporal.