La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió el lunes las apuestas bajistas sobre todos los valores españoles. El supervisor justificó la medida “por la situación de extrema volatilidad que sufren los mercados de valores europeos†y para “asegurar el mantenimiento de la estabilidad financieraâ€. Apenas 48 horas despuíés de la medida, se puede asegurar que de momento no ha conseguido ninguno de los dos objetivos.
La prohibición ha puesto punto y final a la posibilidad de tomar acciones prestadas y venderlas con la expectativa de recomprar más barato y embolsarse la diferencia. Pero, a cambio, ha puesto en bandeja a los ‘traders’ más agresivos del mercado español la posibilidad de especular salvajemente a cortísimo plazo con los extraordinarios bandazos de las cotizaciones desde que se anunció la medida.
Los movimientos han sido espectaculares especialmente en el sector bancario, que el lunes se venía abajo sin contemplaciones antes del anuncio del veto. Despuíés, las cotizaciones de las entidades financieras recuperaron píérdidas a velocidad de víértigo. Bankia cerró un 20% por encima de sus mínimos del día, Caixabank un 11%, Sabadell un 10%, BBVA un 7% y Popular, Santander y Bankinter entre un 5,5% y un 6,5%.
Este movimiento fue atribuido por los analistas al rápido cierre de posiciones cortas por parte de los ‘hedge’ fund tras la prohibición, que les cogió cargados de acciones bancarias. Hasta el veto, estaba prestado el 6,18% del capital de Bankinter, el 5,97% de Popular, el 2,84% de Sabadell, el 0,97% de Bankia, el 0,71% de BBVA, el 0,63% de Santander y el 0,42% de Caixabank. En cualquier caso, el cierre de cortos no pudo ser más efímero.
Al día siguiente el mercado cambió bruscamente de sentido, con caídas superiores al 4% para Bakinter y los dos grandes. Y ayer, nuevo giro con todos los bancos al alza para perder a última hora gran parte o toda la subida acumulada. Es decir, un paraíso para las entidades con músculo suficiente para poner a trabajar a su ejíército de 'traders' y buscar plusvalías rápidas operando en muchos casos por cuenta propia.
Terreno abonado para los brokers de Deutsche Bank, Merrill Lynch, UBS, Sociíéte GíéníérlaCredit Suisse y, entre las firmas españolas, Mercavalor. Del análisis de su actuación en el sector bancario español se desprende que en la mayoría de los casos compraron lo mismo que vendieron, señal inequívoca de que iban a la caza y capta de plusvalías rápidas con las cotizaciones subidas en la montaña rusa.
En estos momentos, las apuestas bajistas sobre la bolsa española afectan a alrededor de medio centenar de compañías. Los ‘cortos’ en manos de los ‘hedge’ tienen un valor de mercado superior a los 2.300 millones de euros.