El Deutsche Bank, el mayor banco privado de Alemania, afirmó hoy que el modelo populista en Latinoamíérica, tanto político como económico, ‘se está agotando’.
En un estudio publicado este viernes, el banco alemán echó una mirada a la evolución económica y política en esa región y concluyó que una caída de los precios internacionales de las materias primas podría terminar con los gobiernos ‘populistas’.
Hace algunos años, destacados economistas registraron que había en la región una clara inclinación hacia izquierda y al populismo y una creciente desilusión con las políticas de libre mercado de los años 90.
En la mitad de pasada díécada pareció que ‘aquellos políticos que pedían redistribución social de la riqueza y que eran muy críticos con las reformas económicas del pasado, tenían buenas oportunidades de ser electos en muchos países, aumentando el riesgo de inestabilidad política’.
Según los economistas del Deutsche Bank esto no sucedió: los populistas fueron derrotados en Míéxico y Perú, y sólo ganaron en Bolivia, Nicaragua y Ecuador, ‘países relativamente pequeños’.
En lugar de una izquierda crítica y hostil con los mercados, pareció imponerse una socialdemocracia representada en Chile por Michelle Bachelet y en Brasil por Luiz Inacio Lula da Silva, y el descontento se canalizó en una izquierda moderada capaz de apoyar reivindicaciones sociales sin minar los fundamentos del libre mercado.
Brasil fue en particular el que marcó el camino, según el banco privado alemán. ‘Su asequible y bien planeada política familiar ofreció no solo grandes resultados sociales sino que tambiíén económicos y políticos’, añadió.
El modelo de Brasil demostró que las reformas sociales pueden ser formuladas de una forma ‘amigable’ con los mercados.
Contrariamente, los países que optaron por una fuerte intervención del Estado en la economía que ha ido desde la simple intervención a la nacionalización en toda regla, presentan economías más vulnerables, según el Deutsche Bank.
‘Parece que el modelo populista en la zona se va a agotar más bien temprano que tarde’, escribió el analista del banco, Markus Jager. ‘Todo lo que se necesita es una caída de precios internacionales de las materias primas’.
En los últimos 10 años el aumento de precios de esos productos jugó un papel importante en el crecimiento económico en la zona, prueba de ello es tambiíén que Míéxico, único entre los países de la región en exportar principalmente manifactura, experimentó el crecimiento más moderado de la zona.
En su análisis, el Deutsche Bank apuntó que a diferencia del grupo de países latinoamericanos, LatAm-5 (Brasil, Chile, Colombia, Míéxico y Perú), Argentina, Venezuela, Nicargua y Ecuador no están preparados para soportar un golpe a la baja en los precios internacionales de las materias primas.
Argentina y Venezuela, gracias a sus relativamente sólidos balances externos y al control que ejercen sobre los capitales, podrían superar mejor una crisis procedente desde el exterior.
Sin embargo no podrían sostener una caída de los precios que debilitaría duramente sus economía real y finanzas, haciendo inevitable tambiíén una crisis política.
Los LatAm-5, al contrario, han aplicado políticas que han resultado en una mejoría tangible de los indicadores fundamentales.
Añadió que dichas políticas no solo les han creado suficiente margen de acción para la actuación política sino tambiíén les posibilita, más allá de resistir los golpes externos, llevar a cabo una política proactiva para mitigar un eventual shock de precios internacionales en materias primas