Bueno, como estamos a finales de julio y todos queremos que el mes de agosto sea como mínimo tranquilo (si encima espositivo, bienvenido sea) pues al final vamos a intentar soñar con el final de la Crisis. Ya veremos en septiembre.
El principio del fin…¿de quíé? De la Crisis de deuda..., pues no lo creo hasta que finalmente se absorba el exceso de deuda. Tampocoparece ser el fin de la Crisis del Euro, dominado por factores políticos que sólo el tiempo, ajustes y control pueden superar. Nos resta el final dela desconfianza del mercado. En este punto puedo ser más receptivo. Al fin y al cabo el mercado es soberano mientras no haya alguien queponga más dinero. Y en este caso, aparentemente, el ECB sí estaría dispuesto a hacerlo. Nada menos que una combinación de medidas quepasarían por recortes de tipos, dinero a la banca y dinero a la deuda soberana. Dinero, dinero y más dinero. En un mundo donde sobra el dineroel ECB está dispuesto a vencer el pánico con más dinero. ¿Y el miedo? Bueno, puede ser superado por la ambición. No lo duden: la memoriadel inversor es tan limitada como mayor es el potencial de rentabilidad del que se puede beneficiar.
Naturalmente, ahora hace falta que el Presidente del ECB venza la resistencia del Presidente del Buba. El mismo que hace unos días semostraba claramente en contra de comprar deuda y opuesto a inyectar más dinero al mercado. Y el Presidente Draghi sólo tiene cuatro días paralograrlo si quiere que las medidas se apliquen ya tras la reunión de esta semana. A su favor el hecho de que cuenta con el respaldo de los cuatroprincipales países del Euro, aunque en el caso de Alemania la Canciller se ha encargado de introducir una salvedad al considerar que cadaparte debe actuar de acuerdo con sus responsabilidades. Por otra parte, el Ministro de finanzas alemán ha acotado un poco más el margen demaniobra al mostrarse opuesto a comprar deuda soberana.
¿Es responsabilidad del ECB financiar a los gobiernos? ¿lo es de comprar deudasupliendo el papel otorgado al EFSF/ESM?¿debe hacerlo en solitario o esperar la petición de España e Italia al Fondo? Observando lapublicidad buscada por el ECB en cada uno de sus movimientos es evidente que pretende tener un fuerte impacto en el mercado. Pero,precisamente por esto, resultaría chocante que no tuviera íéxito en implementar las nuevas medidas expansivas. Y con esto me refierotanto a convencer al Buba como a los gobiernos español e italiano para que lo apoyen. Al final, todo parece ya pactado. Pero nunca hay quebajar la guardia en Europa. La última vez que lo comprobamos fue tras la Cumbre Europea, cuyas conclusiones aún una gran mayoría estamospidiendo que se cumplan.
¿O el final del tercer acto? El primero, la Crisis de Grecia. El segundo, la de Portugal e Irlanda. El tercero, actual, la de España e Italia. En todoslos casos el papel del ECB ha sido clave dando tiempo. Esto nos lo ha recordado durante el fin de semana la propia Moodys, siempredispuesta a hacer pública su posición.
La Agencia de rating alude a cambios estructurales en la economía (España e Italia) , reformaseconómicas en la zona y gobernanza fiscal (España e Italia entre otros). La reunión de España e Italia esta semana son claves. Ladesconfianza del mercado no se resuelve con dinero, si no con mayor control y supervisión. Tambiíén, la disposición a aplicarlos se obtiene con elconsenso de todas las fuerzas políticas. Al final, solo en una situación de aprieto se puede lograr esta cesión de soberanía. Pero es cierto que larecompensa es enorme: condiciones de financiación más laxas para todos los sectores de la economía, comenzando por las empresas.Y una salida menos drástica que el rescate. Pero el ECB debe ser parte importante en la solución de esta parte de la Crisis por sus flexibilidad ytambiíén por su margen de maniobra casi ilimitado en tíérminos de fondos.
Dicho todo esto, dos salvedades: sólo la unidad bancaria y fiscal nospreparan para la unidad política sólo la unidad política es el final de la Crisis. Pero, es cierto, atajar la situación límite de financiación en paísescomo España evita que haya accidentes que se lleven por delante al EURO. Y ya saben que el ECB es ahora su principal valedor.Hace unas semanas discutí con un economista que me comparaba el “final de la Crisis†(según íél) en USA, Japón y UK derivadode tener a un banco central entregado a la causa.
En definitiva, dispuesto a comprar toda la deuda que fuera necesaria ; para mantener lostipos de interíés bajos (represión financiera) y generar un elevado coste de oportunidad frente al resto de los mercados que mantuviera el apetitopor el riesgo.
Bueno, los últimos datos de PIB precisamente en UK y en USA ya matizan por si mismos sus palabras. Los ajustes son inevitables,pero es cierto que la actuación de los bancos centrales los hacen más asimilables. Pero de ahí a anticipar una mejora en las cifras decrecimiento y brotes verdes, es quizás un exceso. No es la solución, pero ayuda a digerir que esta solución no existe a corto plazo.
Josíé Luis Martínez CampuzanoEstratega de Citi en España