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Argentina cierra hoy una semana que muchos aquí coinciden en catalogar de histórica al producirse el pago de la última cuota del Boden 2012 y dejar atrás definitivamente el nefasto capítulo del llamado "corralito".
Tal y como había anunciado semanas antes la presidenta Cristina Fernández, la víspera se pagaron los dos mil 300 millones de dólares correspondientes al último tramo del bono, poniendo fin a las reminiscencias del cepo monetario impuesto por el gobierno de Fernando de la Rúa en diciembre de 2001.
De este modo se cumple la política de desendeudamiento llevada adelante por Argentina durante los últimos ocho años, dijo en un comunicado la Casa de Gobierno y precisó que el pago del Boden 2012 le demandó al Estado una erogación total de 19 mil 600 millones de dólares, entre capital e intereses abonados.
Argentina honró así sus compromisos de deuda sin aplicar "políticas de ajuste", que fueron el recetario del FMI para el país en los años 90 y hoy inundan las recomendaciones para los países europeos, expresó por su parte el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
El pago del papel deja atrás "una etapa nefasta para el pueblo argentino" y los modelos de la entrada fácil de capitales y especulación financiera, cuyo costo siempre lo pagaban los más humildes y que ahogaban a los sectores productivos de la economía nacional, subrayó.
Lorenzino recordó que a la hiperinflación de los años 80 del pasado siglo le siguió el hiperendeudamiento de los 90.
Para el año 2002 la relación deuda-Producto Interno Bruto (PIB) alcanzaba el 166 por ciento, "imposible de resistir para cualquier economía atada a los vaivenes de los mercados", señaló.
Hoy, en cambio, el peso de la deuda sobre la economía representa sólo 41,6 por ciento del PIB y la deuda con privados es de menos del 10 por ciento, lo que aumenta la capacidad de gestión del Estado y permite asignar más recursos a educación, obras y subsidios a quienes más lo necesitan, agregó.
Esta semana, además, se vieron notoriamente fortalecidos los vínculos argentino-venezolanos con la visita realizada por el ministro de Petróleo y Minería de esa última nación, Rafael Ramírez.
El tambiíén titular de PDVSA suscribió ayer con el ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, un memorando de entendimiento para la participación recíproca y conjunta entre las petroleras YPF y PDVSA.
Este acuerdo, que se enmarca dentro de la alianza estratíégica acordada el 31 de julio último en Brasilia por los presidentes Cristina Fernández y Hugo Chávez, representa un "desafío nuevo, más grande y más importante que el iniciado en 2004" en materia de cooperación energíética, apreció De Vido.
Anunció además el establecimiento de un cronograma de trabajo para llevar adelante lo acordado y en ese sentido Ramírez adelantó que el próximo 4 de setiembre volverán a reunirse en Caracas con sus respectivos equipos de trabajo para evaluar los avances del convenio.