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El Senado argentino evaluará hoy un proyecto del Poder Ejecutivo que busca declarar de utilidad pública la emisión de papel moneda y avalar así la expropiación de la Compañía de Valores Sudamericana (exCiccone Calcográfica).
La iniciativa logró hace una semana dictamen favorable en un plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales, por lo que -en opinión del ministro de Economía y Finanzas Públicas, Hernán Lorenzino- tendrá "un trámite rápido".
Lorenzino recordó que el Ejecutivo encontró como antecedentes varios proyectos sobre el tema presentados por representantes de la oposición, por lo cual más allá del debate necesario hay consenso en el Congreso para su aprobación.
Además de remitir a la Cámara alta la propuesta legal, el 7 de agosto último el Gobierno emitió un Decreto de Necesidad y Urgencia mediante el cual dispuso la intervención de la
exCiccone, una imprenta encargada de la impresión de papel moneda.
Al explicar los fundamentos de la decisión del Poder Ejecutivo, el texto señalaba que el Estado considera primordial continuar recuperando capacidades que son competencias constitucionalmente indelegables e insustituibles, como es la acuñación de moneda.
Esta facultad "había sido tercerizada en la díécada del 90 (del pasado siglo) en detrimento de la Sociedad del Estado Casa de Moneda", señaló.
A los efectos de recuperar estas prerrogativas, la iniciativa dispone que la totalidad de los bienes de la Compañía de Valores Sudamericana pasen a formar parte del patrimonio de la Casa de Moneda.
El Estado -agregaba el decreto- debe mantener la soberanía monetaria y por ello es imprescindible concentrar la fabricación de dinero circulante y acuñación de moneda de curso legal, así como la impresión de documentos de seguridad.
Por otro lado, la intervención de la exCiccone tiene lugar en momentos cuando avanza una causa judicial en la cual está involucrado el vicepresidente de la nación, Amado Boudou.
En el proceso se investiga si Boudou incurrió en tráfico de influencias cuando fungía como ministro de Economía, para favorecer que un grupo de sus allegados se quedara a cargo de esa empresa, algo sobre lo cual aún no pudo probarse nada.