Paul Lira, docente de la UPC, recomienda el calce de monedas pues la posibilidad de un ‘hipo cambiario’ -apreciación del dólar en el corto plazo- es latente ante un agravamiento de la crisis de la eurozona.
Ante la continua caída del dólar registrada en los últimos meses, la cual tocó su nivel mínimo de 15 años la semana pasada , las preferencias por los críéditos en dólares se ha visto significativamente marcada, sobre todo ante una ‘percepción irreversible’ de la tendencia a la baja de dicha divisa.
En ese sentido, Paul Lira, director de Administración y Finanzas de la UPC, sostiene que si bien el comportamiento de las personas es “lógico y razonableâ€, se debe tener en cuenta un posible escenario de agravamiento de la crisis de la eurozona (un ‘eurogedón’) lo que revertiría, en el corto plazo, la tendencia actual del tipo de cambio.
“Ante un posible ‘eurogedón’, o agravamiento de la zona del euro , la gente y los inversionistas van a refugiarse en los bonos del tesoro americano, lo que incrementaría el precio del dólar, produciendo un ‘hipo cambiario’, señala Lira.
Así, -explica- se generaría un problema para los que tienen deudas en dólares , tal como ocurrió en la crisis financiera del 2007/2008, donde el sol registró una devaluación del 5.03%.
“A pesar de que la gente se encuentra muy feliz con sus príéstamos en dólares, se corre un riesgo cambiario latente, porque no hay nada más nervioso que el capital. Es decir, a penas existan indicios de crisis seria, la gente va a saltar de las monedas de donde estíén, al bono del tesoro americanoâ€, refiere.
Es por ello que recomienda el ‘calce de monedas’, es decir, endeudarse en la moneda en la que se perciben los ingresos.
*Expectativasâ€
Lira asegura que la apreciación de la moneda nacional es una tendencia, y, como tal, es de largo plazo. Sin embargo, precisa que la depreciación de la divisa americana será más lenta y podría cerrar hasta en 2.55 el próximo año.
“Yo creo que el dólar va a seguir disminuyendo, pero no a las tasa que hemos estado acostumbrados. El próximo año, el dólar podría estar cerrando entre 2.55 y 2.58â€, estimó.
“Si se piensa que en algún momento el dólar va a tener ese brillo dorado como lo tenia hace 20 años entre las carteras de inversiones, destierren esa ideaâ€, culminó.