Por... Yaciel Cancio Vilar
La crisis económica en España se reflejó dramáticamente en su Liga de fútbol, con una reducción en las inversiones en jugadores, la más drástica de las últimas nueve campañas.
Según publica BBC Mundo, el renglón de compras de jugadores del mercado español de este verano se contrajo entre los 20 equipos de Primera División: cerca de 151 millones de dólares. Un descenso frente a los 415 millones de 2011. Se trata de la cifra más baja de las últimas nueve temporadas, cuando las inversiones siempre superaron los 188 millones anuales.
Al comparar el mercado de fichajes del verano de 2011 con el reciíén finalizado de 2012 puede notarse un descenso de 56 a 35 traspasos, mientras los príéstamos -cesiones- de jugadores creció de 47 a 56, muestra clara de la imposibilidad de la mayoría de los clubes de mantener plantillas amplias y con futbolistas caros.
Ahorcados por su situación financiera, con una deuda que los conocedores calculan en más de cuatro mil 400 millones de dólares -el grueso de ella con el Estado y el resto con bancos, otros equipos y proveedores- los clubes no han tenido otra opción que la sobriedad, abunda BBC.
La caída del gasto, agrega el artículo, se atribuye a la profunda crisis económica imperante en ese país ibíérico, además de la actitud de las empresas, "muy concienciadas y muy entregadas en ir finiquitando sus deudas", amparadas en el nuevo sistema de control económico impuesto por la Liga de Fútbol Profesional (LFP), ente rector del torneo.
Algunos expertos en temas económicos se atrevieron a llamar "burbuja futbolística" a las extravagantes compras millonarias de los clubes, que invertían más de los que generaban, provocando enormes díéficit financieros, a todas luces insostenibles.
La mayoría de los clubes tienen deudas muy grandes que ponen en riesgo su viabilidad como empresas y a lo mejor algunas tienen que desaparecer. Hay equipos que han gastado el doble de lo que ganaron, sentencia Plácido Rodríguez, director del Observatorio Económico del Deporte de España y profesor de Economía en la Universidad de Oviedo, citado por BBC Mundo.
Toda esta vorágine de deudas van lógicamente aparejadas a las carencias de la sociedad española para afrontar la crisis, sin embargo en el fútbol tambiíén influye, y de manera decisiva, el reparto de televisión, llamado a estas alturas "las guerras televisivas".
Por ejemplo, los superpoderosos clubes Barcelona y Real Madrid recaudan 10 veces más por derechos televisivos que los equipos que ocupan la parte baja de la tabla de posiciones, factor que representa un 30 por ciento extra de ganancias.
La bipolaridad en el balompiíé de España provoca un abismo entre los dos grandes y el resto de los concursantes. Ese país es, por mucho, el menos equitativo en el reparto de las ganancias por televisión, hecho que quita brillo al espectáculo, pues desde la primera jornada todo el mundo sabe quíé Barí§a o Real Madrid será sin duda el campeón.
A priori la situación parece irreversible porque ni Barcelona ni Real Madrid renunciarán a sus pactos multimillonarios, sin embargo pudiera variar "si hay una negociación que permita que los clubes medianos tengan un poco más de dinero, eso activará el mercado de fichajes. Y que se exploten mejor los derechos de transmisión en Asia y Amíérica", ilustra BBC.
Solo por el impacto sociológico y político del fútbol en España y en el continente, el negocio se mantiene. Según Plácido Rodríguez, si los clubes estuvieran en otra industria que no fuera el fútbol, la mayoría de las empresas habría quebrado. Pero ningún político quiere ver el cadáver de su club pasar por su puerta.
LOS REBELDES DE LA GUERRA TELEVISIVA
Hoy día existen 13 equipos de Primera División exigiendo cambios en el reparto del dinero de las televisoras, encabezados por Sevilla y Atlíético de Madrid, pero el camino para llevar a buen puerto las negociaciones es tan escabroso que la presunta solución pudiera tardar años en aparecer.
Somos 13 equipos unidos y hay que seguir adelante hasta conseguir nuestros objetivos e intentar ganar la batalla hasta el final por el bien de nuestros intereses y los de la Liga, sentenció semanas atrás Enrique Cerezo, presidente del Atlíético de Madrid, para apuntar la posición común contra la distribución de los ingresos por televisión.
Ciertamente, este reparto es aberrantemente desigual, ya que dos clubes, Real Madrid y Barcelona, reciben prácticamente la mitad del total del dinero, y además consiguen mejores patrocinios y son mucho más vistos a nivel internacional.
Por su parte, el presidente del Sevilla Josíé María del Nido arremetió sin tapujos contra la organización de este sistema de reparto televisivo, al destacar que "esto no pasa en ningún otro país civilizado, donde los derechos son más equilibrados".
A nivel de aficionados, no es de recibo que el Levante salga a competir con 7 millones de televisión y el Barcelona y el Real Madrid con 150. O arreglamos esto, o esta Liga no es la liga escocesa, esta Liga es la mierda de Europa. Hemos dado el pistoletazo de salida a una temporada donde aspiramos a lo máximo que aspiramos los clubes normales: ocupar la tercera plaza, agregó Del Nido en tono desafiante.
El máximo rector del club hispalense dijo además que "la Liga Española no es la mayor porquería de Europa, sino del mundo. Es una liga tercermundista en la que dos clubes sustraen el dinero de la televisión de los demás que competimos".
Este debate esta generalizado en toda España, sin embargo la parcialidad para con Barcelona y Real Madrid es tan grande que existe una división enorme en las voluntades de cambio, aunque este venga repleto de equilibrio y justicia.
