Por... Cira Rodriguez Cíésar
La Comisión Europea expresó hoy su confianza en encontrar un equilibrio entre el papel central del Banco Central Europeo (BCE), como supervisor bancario único que vigilará todas las entidades de la Eurozona.
Con esa declaración el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, respondió al ministro alemán de Finanzas, Wolfagang Schaeuble, quien rechazó entregarle poderes al BCE para fiscalizar a todos los entes emisores del bloque y exige que solo controle a los de importancia sistíémica.
Al respecto, Barnier explicó la responsabilidad que deberán desempeñar los organismos nacionales en este plan para ampliar los mandatos del BCE, considerado un primer paso hacia una unión bancaria completa, sobre lo cual la Comisión Europea (CE) ofrecerá más detalles el 12 de septiembre.
El órgano ejecutivo de la Unión Europea pretende que el BCE supervise a todos los seis mil bancos de la Eurozona, aunque este declaró no contar con el potencial necesario.
Barnier señaló que la CE es conciente de que los bancos que no son sistíémicos puedan traer algunos riesgos graves al resto, por lo cual la lógica es controlarlos a todos.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha insistido en la necesidad de un alcance ambicioso del supervisor bancario único en la zona de la moneda única, porque en su opinión cualquier ente emisor puede causar preocupación en los mercados financieros.
Significó que el BCE tendrá la responsabilidad de garantizar una vigilancia eficiente y de elevada calidad, mientras los supervisores nacionales seguirán desempeñando un rol importante dentro del sistema.
El 12 de este mes se presentará la propuesta de creación del supervisor bancario único, elemento para la construcción de la unión bancaria, y condición indispensable en la recapitalización directa de las entidades financieras en la Eurozona.
Tanto Rehn como Barnier ratificaron que el mecanismo único de supervisión se aplicará a todos los Estados miembros de la zona euro, pero estará abierto a la participación de los demás países de la Unión Europea que quieran unirse a una mayor integración bancaria.