(PL)
Los liberales del primer ministro holandíés, Mark Rutte, anunciaron que de repetir su mandato se opondrán a un nuevo rescate a Grecia, cuando se encuentran hoy a una semana de las elecciones generales.
En un debate televisivo entre los principales cabeza de lista, Rutte afirmó que su partido sólo estará dispuesto a conceder más tiempo a Grecia para que sanee sus finanzas, si eso "no cuesta dinero" al país.
El jefe de Gobierno saliente mostró de ese modo la cara más dura de su partido con relación a los países europeos con mayores problemas para enfrentar la crisis, al indicar que de no cumplir los objetivos del díéficit y avanzar en reformas, Grecia tendrá que salir de la zona euro.
Diederik Samsom, líder laboralista -hasta el momento el principal rival de los liberales- criticó la postura de Rutte calificándola de "poco creíble", y recordó que el actual primer ministro ya tuvo que romper esa promesa electoral realizada durante la campaña de 2010.
Por su parte, los liberales de izquierda del D66, que podrían jugar un importante papel en la formación de una nueva coalición de gobierno, calificaron la declaración de Rutte como irresponsable.
"Es una señal equivocada que va a recorrer todo el mundo", afirmó a la radio pública NOS el líder de D66, Alexander Pechtold.
Los Países Bajos han sido una de las naciones más estrictas en el continente en relación con los miembros de la zona euro con problemas financieros, y han mantenido una línea dura de exigencias estrictas a Grecia para que aplique reformas impopulares y recortes presupuestarios, cada vez más severos.
Esa posición respecto a los socios europeos endeudados ha tenido su reflejo en las campañas con vistas a los comicios del 12 de septiembre, para los cuales los sondeos presentan como favoritos a los liberales, seguidos de los laboralistas, quienes disputan votos con los socialistas radicales.