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Autor Tema: Los atrapados en hipotecas multidivisa toman aire hasta la próxima reunión del  (Leído 142 veces)

Eguzki

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Los clientes de hipoteca multidivisa, producto del pico de la burbuja inmobiliaria, viven un calvario con la crisis europea y la polí­tica de tipos bajos. El euro ha perdido poder de compra frente al yen y al franco suizo, monedas refugio, y cada reunión del Banco Central Europeo o decisión alemana respecto a la crisis se sigue y se espera con mucha tensión. Pueden provocar un nuevo susto. 

La decisión del BCE de mantener los tipos –en el 0,75%, aunque el mercado manejaba una rebaja de 25 puntos básicos- ha sido positiva para los clientes de las multidivisa. “El euro no ha subido –ya podrí­a haberlo hecho-, pero tampoco ha bajado y eso es bueno”, comenta Alberto, que pidió en 2008 una hipoteca en yenes.

Alberto asegura que espera cada reunión del BCE y cada declaración de la canciller alemana, Angela Merkel, “con ansiedad, no solo para ver quíé hacen con los tipos, sino para ver quíé dicen respecto a la deuda soberana, la unión fiscal y bancaria o los eurobonos. Cualquier pequeño rayito de luz que le díé un impulso al euro”. A íél y al resto de familias con una hipoteca de este tipo lo que les beneficiarí­a serí­a la subida de los tipos en la eurozona.

“Contratíé la hipoteca en 2008, a un tipo de cambio de 137,95 yenes. Ahora está, más o menos a 98. Por tanto, la situación es difí­cil: pedí­ 220.000 euros y ahora, despuíés de estar amortizando durante cuatro años, debo 275.000, aproximadamente. La cuota ha pasado de unos 750 euros a unos 1.060. Además, he tenido que contratar un seguro de vida por más importe del que se especifica en las escrituras de la hipoteca, ya que el banco “me recordó” que podrí­an ejecutar la parte excedida… vamos, que podrí­an pedirme a tocateja la diferencia entre 220.000 y 275.000”.

El euro no va a recuperar la fortaleza a corto plazo

El yen ha caí­do con fuerza desde julio de 2008, cuando rozó las 170 unidades frente al euro. La moneda única tambiíén ha perdido bastante frente al franco suizo, divisa que, como la nipona, actúa como refugio en momentos de incertidumbre, como el actual. Así­, frente al cambio de 1,20 francos por euro actual, hace cinco años la divisa europea se pagaba a 1,68.

Las perspectivas para el euro en su cruce con ambas monedas no anticipan una recuperación de la moneda única. Pese a la alegrí­a que ha provocado el mensaje que lanzó ayer Draghi, en Europa queda todaví­a mucho por hacer para enderezar la economí­a. Los expertos creen que los niveles de 2008 serán muy difí­ciles de alcanzar y, desde luego, no en el corto plazo.

“En lo que se refiere al euro/yen, busca una corrección y el nivel de los 100, que es una importante  barrera psicológica”, afirma Jesús González, analista de XTB. A corto plazo, este experto ve al euro entre 98 y 103 yenes, pero opina que no tiene mucho margen de subida hasta que no se arregle la situación en la eurozona. “Europa centra las miradas de los japoneses. El inversor nipón no se siente seguro invirtiendo aquí­â€, explica, y esa desconfianza seguirá lastrando el cambio de la divisa europea.

Respecto al franco, tampoco se espera que el euro vaya a despegar pronto, aunque a Suiza le vendrí­a bien. “Hay que tener en cuenta que al banco central helvíético le gustarí­a subir el suelo desde el nivel del 1,20 actual. Las grandes empresas suizas necesitan colocar sus productos en el exterior”, comenta González. Y añade que con los datos que se manejan en este momento no serí­a descartable verlo en 1,25.

Producto residual en el mercado de hipotecas

La Asociación de Usuarios de Bancos y Cajas (ADICAE) calcula que se firmaron 30.000 hipotecas de este tipo en toda España. Hace cuatro o cinco años, cuando el banco hací­a los números a los clientes para venderles estos productos, las cifras resultaban muy atractivas. Las hipotecas multidivisa surgieron a finales de la díécada de 1990 pero su comercialización más amplia se hizo entre 2006 y 2008.

La ventaja era que con un euro fuerte, los hipotecados tení­an una fuerte capacidad de compra de divisas y podí­an amortizar una parte importante de la hipoteca. Pero la cuota de estos príéstamos puede sufrir oscilaciones muy fuertes, como se ha comprobado, y hace falta una planificación que requiere de conocimientos financieros. Son un producto de alto riesgo que, tal y como subrayan los expertos, requiere un perfil concreto, de experto.