Dijo el Sr. Ministro de Economía el pasado Jueves: ‘Estamos haciendo lo que Alemania hizo hace diez años’, y apostilló la Sra. Cancillera alemana: ‘Nosotros tambiíén tuvimos que pasar por reformas’. Eso está muy bien, pero, ¿por quíé no se cuenta la película completa?.
En el año 2002 Alemania hacía díécadas que ya era un monstruo -su PIB representaba el 29% del PIB de la UE 16-, una Alemania que se permitió incumplir el límite de díéficit (el famoso 3%) al año siguiente y espetar a quienes le criticaron: ‘Vale, ¡que pasa!’. Y la española es hoy una economía que ya ha pedido un rescate de su banca y que está mendigando que le compren deuda pública.
En el 2002 la estructura del PIB alemán estaba basada en el medio y alto valor y las granjas de su sector agrario parecían jardines, y las zonas deprimidas, que las había, eran subsidiadas: 2,13 B€ de PIB daban para bastante.
Esas reformas que Alemania hizo y a las que se refirieron el Sr. De Guindos y Frau Merkel no se parecen absolutamente en nada a las ‘reformas’ (si es que así se puede calificar a lo que España hará) que aquí van a tener que hacerse. Las reformas alemana y española, pura y simplemente no se parecen en nada y, las finalidades de las mismas se hallan a años luz unas de las otras.
Alemania acometió aquellas reformas para que sus empresas aumentasen su competitividad a fin de dirigir hacia el exterior el excedente de producción que en el interior se estaba generando, por ejemplo pagando con dinero público las horas de trabajadores que las empresas no necesitaban: el famoso ‘modelo alemán’; o creando una bolsa de siete millones de subempleados pobres que existen en una zona indefinida en la que no son necesarios; o sosteniendo desempleos de más del 20% en áreas de la antigua Alemania Oriental.
España está acometiendo las reformas que está haciendo y las que va a hacer por imposición de quienes le están prestando a fin de que pague recortando lo que no puede pagar creciendo: desde el 2002, ni en un solo año ha caído el PIB pc de Alemania, el de España está cayendo desde el 2007. Es muy distinto que no te den 2 cuando tienes 100 y cuando para tus gastos necesitas 60, que te quiten 20 cuando tienes 80 necesitando para tus gastos 70 porque arrastras una deuda de infarto que tienes que ir pagando cada mes. Y tampoco es lo mismo que durante dos años no se construya ninguna carretera y sólo se mantengan las existentes con las que cubren las necesidades actuales, que durante diez años ni se construyan ni se mantengan las carreteras que ya ayer eran insuficientes.
El Sr. Ministro de Economía del Reino de España puede vender lo que crea oportuno, por eso es un político (la Sra. Merkel tambiíén lo es pero el Jueves 6 nada tenía que vender en España y mucho menos en Alemania), pero la única verdad es que esta batería de ‘reformas’, esta senda de ‘no crecimiento – caída de la recaudación fiscal – recortes de servicios públicos’ en la que han metido a España porque no en otra senda podían meterla, a lo único que conduce es al empobrecimiento del conjunto España a fin de que sus acreedores aseguren el cobro de una mayor parte de lo que España les debe, y con hándicap: no hay alternativa. Una situación total, absoluta y radicalmente diferente a la existente en Alemania cuando abordó en el 2002 las suyas; y no nos metamos con los fines que buscaban ambas reformas.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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