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La Cámara de Diputados de Brasil aprobó hoy la Medida Provisional del Código Forestal, con modificaciones que favorecen a los medianos productores y disgustan a ecologistas y defensores de la floresta amazónica.
La Medida Provisional fue enviada al congreso brasileño por la presidenta Dilma Rousseff, en sustitución de los artículos que vetó del proyecto de ley del nuevo Código Forestal, eliminados porque dejaba impune a los deforestadores y facilitaba la tala de bosques para la expansión del agronegocio.
Sin embargo, el texto aprobado en sesión plenaria y por votación simbólica -cuando la mayoría de las bancadas expresa respaldo- no es el enviado por la mandataria brasileña, sino el modificado por los integrantes de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados.
La modificación favorece a los medianos productores, al prever que en las propiedades de cuatro a 15 módulos fiscales con cursos de agua de hasta 10 metros de ancho, la reposición de la floresta será de 15 metros, mientras en la Medida Provisional la reposición era de 20 metros y en propiedades de cuatro a 10 módulos.
Aunque el cambio fue rechazado en su momento por Rousseff, el líder del gobierno en la Cámara, Arlindo Chinaglia, los diputados de la base aliada tuvieron que ceder para lograr sancionar la Medida Provisional, que corre el riesgo de perder su validez si no es aprobada por el Congreso brasileño antes del 8 de octubre venidero.
Acogida por los diputados, el texto va ahora para el Senado, cuyo presidente, Josíé Sarney, fijó el próximo día 28 para su discusión y votación en plenaria.
Sobre la discusión de esta noche, Chinaglia aseguró que la división entre los legisladores que defienden los intereses de los grandes latifundistas -un grupo suprapartidario denominado aquí "ruralista"- fue crucial para poder llevar la medida a votación.
Por su parte, el diputado y exministro de Agricultura Reinhold Stephanes apuntó que la mayoría de los miembros de ese grupo, quienes condicionaban la votación al compromiso de la mandataria de que no lo vetaría, ya aceptan la posibilidad de que Rousseff haga uso de esa facultad constitucional.
