La compañía española conserva el 12% de las acciones y reclama 1.000 millones de dólares de compensación
El Gobierno argentino criticó hoy los "aprietes de Repsol para que otras compañías no se asocien con la YPF nacional" en la presentación del "informe Mosconi", un documento que expone "las razones por las que se tomó la decisión de recuperar la soberanía energíética para Argentina".
Repsol, que conserva del 12 por ciento de las acciones de YPF, ha denunciado la expropiación ante tribunales internacionales y reclama 10.000 millones de dólares (7.665 millones de euros) de compensación, cifra rechazada por el Gobierno argentino, y ha asegurado que se reserva el derecho de tomar acciones contra los posibles socios de YPF.
El viceministro argentino de Economía, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, aseguraron que "no tenía otra opción" que expropiar las acciones del grupo español para "cambiar la dirección" de la petrolera argentina y que, desde la expropiación, se ha conseguido "revertir el declive de la producción y la píérdida de reservas".
El documento denuncia una "estrategia de depredación, desinversión y desabastecimiento" de Repsol en la petrolera y sostiene que el grupo español "utilizó a YPF para apalancar y financiar su estrategia de expansión a escala mundial" y "priorizó el giro de dividendos a su casa matriz por sobre de las actividades de exploración y explotación".
"Para aumentar la rentabilidad", sostuvo Kicillof, Repsol pretendía que el Gobierno "igualase los precios en Argentina con los precios internacionales", pero indicó que la presidenta, Cristina Fernández, se opuso porque iba "en contra del modelo de reindustrialización".
Según el funcionario argentino, tras la intervención de la petrolera "encontraron un plan de negocios confidencial" del grupo español en el que asumían que "la convergencia entre precios internos y precios internacionales del petróleo y del gas se completaría en 2014".
El informe Marconi concluye que Repsol planeaba vender YPF al afirmar que "son las intenciones de Repsol desprenderse de una compañía que sufrió una política de desinversión y depredación de sus recursos".