El Banco de Inglaterra ha decidido mantener los tipos sin cambios, en el 0,5% y tambiíén ha aprobado el llamado alivio cuantitativo en 375.000 millones de libras (unos 420.000 millones de euros), como manera de ayudar a estimular el críédito. Asimismo ha reconocido que la inflación no bajará tan rápido como se esperaba debido al petróleo.