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Autor Tema: "España ha perdido su capacidad de elección"...vale ¿y ahora?  (Leído 217 veces)

Orpheo

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"España ha perdido su capacidad de elección"...vale ¿y ahora?
« en: Septiembre 20, 2012, 08:17:39 am »
Parece que la estrategia está clara. España: la tendencia de la recaudación fiscal es decreciente: en los primeros meses de la subida del IRPF y de otros impuestos los ingresos fiscales apenas subieron; los gastos públicos se reducen en volumen debido a los recortes sobre recortes que los diferentes ejecutivos están practicando, pero a 31 de Julio las AA PP ya habí­an alcanzado todo el díéficit programado para todo el 2012 y la Seguridad Social ya está tirando de reservas para hacer frente a las pensiones.

¿Se recorta poco y deberí­a recortarse más?. Lo decí­amos ayer: España no crece y debe la monda: 26 mM€ deberá pagar este año en concepto de intereses de su deuda pública.

¿La culpa del Gobierno?, de nuevo: no. Ningún Gobierno puede hacer frente a esto, ni el actual ni ningún otro independientemente de su color porque hoy un Gobierno no puede hacer que una economí­a crezca ni puede lograr que se reduzca una deuda ya existente. Me da igual el color del Gobierno actual: está haciendo lo que le toca hacer: recuerden las palabras del Sr. Presidente del Gobierno en el Parlamento del reino el 11 de Julio: ‘España ha perdido su capacidad de elección’; pienso que cualquier otro Presidente podí­a haberlas pronunciado. Vale, ¿y ahora?.

Claro, esta situación es insostenible: cada vez menos personas fí­sicas y jurí­dicas pueden pagar unos crecientes tipos impositivos que buscan compensar una recaudación en descenso alimentada por una creciente menor actividad; un cí­rculo perverso. Pero existen unos compromisos de gastos y unos gastos mí­nimos que están programados a fin de evitar la ruptura de un modelo social que cada vez se halla más abajo; otro cí­rculo vicioso. ¿Quíé sale de la interrelación de ambos cí­rculos?.

Si España no crece, y debe cumplir a rajatabla los compromisos de díéficit ya firmados, y debe pagar los intereses de la deuda ya acordados, y debe continuar refinanciando -que no amortizando- la deuda a medida que vaya venciendo; teniendo en cuenta, insisto, que la economí­a española no crece, la única opción es ir llevando a cabo más y más recortes de gastos, y más y más aumentos de impuestos, y más y más inspecciones a fin de detectar pufos y evasiones. Eso, obviamente, y aunque las revoluciones ya no estíén de moda, deberá ir acompañado de un sistema represivo suficientemente disuasorio para que a la ciudadaní­a no se le ocurran realizar demostraciones perturbadoras que muestren a los mercados una no conveniente imagen de inestabilidad. Pero existe otra ví­a.

La otra ví­a consiste en evitar la fricción, orillar el enfrentamiento, ser educado y cortes (dentro de lo que cabe) e ir lanzando mensajes que, dentro de la gravedad hagan insinuaciones a algo parecido a la ‘luz al final del túnel’ (por cierto, ¿han visto que desde hace meses ya no se hace referencia al túnel y a la luz que se halla a su final); ¿por quíé?, ¿para que cuando la cosa ya no de más de sí­ decir: ‘Lo sentimos, ya no queda nada en el cajón’?. Esa estrategia pasarí­a por recortar pero hasta un punto; subir impuestos pero sin llegar a la asfixia; pagar las pensiones mientras hubiera reservas; prometer a las regiones que mañana-sí­; ir pidiendo al BCE que compre mucha deuda y publicitarlo. Y cuando la cosa ya no de más de sí­, salir por la tele y decir ‘Españolas y españoles, hasta aquí­ hemos llegado y no se puede seguir’. Y a partir de aquí­ eliminar todas las lí­neas rojas hasta que ya no quede ninguna, hasta que los ‘derechos de la ciudadaní­a’ se conviertan en ‘las dádivas al lumpen’, todo ello acompañado de un ‘Que cada palo aguante su vela’, un ‘A quien Dios se la de San Pedro se la bendiga’; y con unas gotas de ‘Apáñate como puedas’. Y sí­: en España y en más sitios.

Es una estrategia que evita el choque frontal y que es difí­cilmente argumentable: mientras habí­a, dimos; pero ha dejado de haber, luego … Es decir: mientras hubo se dio ahora ya no hay.

Portugal es el ejemplo: el chico aplicado que ha hecho todos los deberes que le pusieron en el cole, pero ya ven como está. Y bueno, hasta el 2015 aún han de pasar muchas lunas.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
Lacartadelabolsa


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.