El Gobierno italiano ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para los próximos dos años y estimó una contracción del 2,4% del PIB para 2012 y del 0,2% para 2013.
Estos son los datos que se desprenden de la actualización de los pronósticos contenidos en el Documento de Economía y Finanzas (DEF) aprobada en un Consejo de Ministros y que contrastan con las previsiones difundidas el pasado abril, que indicaban una contracción del 1,2% para este año y un ligero crecimiento del 0,5% en 2013.
Para 2014 y 2015, el Ejecutivo tecnócrata de Mario Monti espera que se invierta la tendencia y que Italia crezca el 1,1% y el 1,3%, respectivamente.
Esta revisión de las previsiones publicadas el pasado 18 de abril, precisó el Gobierno en un comunicado, se debe al empeoramiento registrado en la situación internacional y en particular de la zona euro.
Asimismo, el Ejecutivo italiano elevó nueve díécimas su previsión de díéficit público para 2012 hasta un 2,6% del PIB en tíérminos nominales, frente al 1,7% que pronosticó en sus anteriores estimaciones, mientras que para 2013 se espera el 1,6%.
Con todo, señaló que para 2012 se prevíé un díéficit estructural del 0,9% y subrayó que esto supone una reducción de 2,8 puntos porcentuales con respecto a 2011, mientras que para 2013 mantiene su objetivo de alcanzar el equilibrio presupuestario en tíérminos estructurales.
Así, el Ejecutivo estimó un superávit estructural del 0,2% para 2013 y subrayó que, de este modo, confirma su objetivo de equilibrio presupuestario a pesar de impactos adversos como los terremotos que sacudieron la región de Emilia Romagna el pasado mayo, y pese a una ralentización de la economía, mayor que la prevista en las estimaciones presentadas en abril.
Deuda pública
Estas circunstancias, destacó el Ejecutivo, han obligado a asumir gastos que no pueden reducirse. En cuanto a la deuda pública, el nuevo documento estimó que en 2012 se situará en el 123,3% del PIB,
Sin embargo, el Ejecutivo explicó que, basándose en una recuperación de la actividad económica y el programa de venta de inmuebles y acciones patrimonio del Estado que ha acometido el Gobierno y cuyos ingresos sitúa en una cifra cercana a un punto porcentual del PIB anual, se prevíé que la deuda pública se reduzca en 2013 hasta el 122,3%.
Para 2014, los pronósticos establecen que la deuda del Estado siga su tendencia a la baja y se sitúe en un 119,3% y en un 116,1% en 2015.