El mayor fabricante del mundo de equipamiento para la construcción, Caterpillar, suele ser un barómetro del crecimiento mundial. Y cuando la empresa rebaja su previsión como ha hecho esta semana, no sólo para el próximo trimestre o año, sino hasta 2015 por culpa del bajo crecimiento global.
Eso implica que aunque EEUU resuelva sus problemas fiscales, la zona euro escape a su crisis de deuda y China evite un aterrizaje brusco, las condiciones para las empresas probablemente seguirán siendo poco alentadoras durante bastante tiempo. La empresa ha rebajado su previsión de beneficios para 2015 desde una estimación anterior de 15-20 dólares por acción a una nueva de 12-18.