El Gobierno Federal de Brasil desvelará a principios del mes de octubre las condiciones para la licitación de los aeropuertos Galeao, tambiíén conocido como Tom Jobim, en Río de Janeiro y el Confins, llamado Tancredo Neves, que se encuentra en las cercanías de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais.
Ferrovial es una de las compañías interesadas en esos proyectos si bien, antes de tomar la decisión de concursar, quiere conocer los tíérminos de las concesiones. Y por ahora no parece tenerlo muy claro el Gobierno de Dilma Rousseff. Se manejan varias opciones, entre las que se encuentra que el interesado en la licitación estíé dispuesto a negociar con Infraero, la autoridad federal aeroportuaria. A la espera de una mayor concreción cobra fuerza la idea de que el modelo definitivo de concesiones contemple algún tipo de participación de la autoridad. La cuestión pasa por determinar si el Gobierno Federal reduce o no la cuota del 51% en las concesiones de Infraero.
Una delegación de ministros y altos funcionarios brasileños viajó a Europa a finales de agosto para ver los modelos de concesiones que existen. Consultaron al menos a seis administradoras de aeropuertos: la alemana Fraport (Frankfurt), la francesa ADP (París), la holandesa Schipol (Amsterdam), la británica BBA (Londres), la coreana Incheon (Seúl) y Changi (Singapur).
Ahora bien, visto el desinteríés mayoritario, el Gobierno de Dilma Rousseff podría buscar una alternativa: una licitación en la que no se elija como ganador a la empresa que ofrezca el valor más alto por la concesión, sino a travíés de un sistema donde se prioricen los criterios tíécnicos.
Una nueva oportunidad para Ferrovial, que al igual que OHL y AENA, perdió en febrero la puja en la privatización de los aeropuertos de Guarulhos (Sí£o Paulo), Viracopos (Campinas) y Brasilia.
