La bolsa ‘cotiza’ hoy los resultados de los test de estríés de Oliver Wyman al sistema financiero español. Son los terceros exámenes a los que se someten los bancos y cajas españoles en tres años y los primeros en solitario. La experiencia de los dos anteriores dice que el impacto positivo en bolsa es efímero: no va más allá de las doce sesiones.
Como en los test previos, los resultados globales y los individuales se han ajustado bastante a la expectativa media de los analistas, aunque algunos gigantes como el estadounidense JP Morgan había pronosticado un castigo mayor para las entidades españolas.
“Lo normal es que las bolsas agradezcan a muy corto plazo la desaparición de un gran elemento de incertidumbre. Las necesidades de los dos bancos cotizados que captaban toda la atención, Popular -que realizará un ampliación de capital con un fuerte descuento que le pasará factura en el parquíé- y Bankia, se han ajustado casi al milímetro a las previsiones del mercado. Como siempre, habrá quien dude de la fiabilidad de los test, pero es indudable que las bolsas se han ahorrado una sorpresa negativaâ€, aseguran en un gran broker extranjero.
A la vista de los precedentes, la publicación de los test de estríés es rentable a corto plazo. En los primeros, en julio de 2010, el Ibex subió un máximo del 4,65% hasta que once doce sesiones despuíés volvió por debajo de los niveles del día 23, cuando ya con el mercado cerrado se conocieron las conclusiones de las pruebas diseñadas por el Comitíé de Supervisores Europeos.
Entonces, con el Ibex todavía cómodamente instalado por encima de los 10.000 puntos, suspendieron siete entidades, de las cuales cinco eran españolas: Cajasur, la castellana Caja España-Duero, Banca Cívica (Navarra, Burgos y Canarias), Caixa Cataluña-Manresa-Tarragona y Unnim (Sabadell, Terrasa, Manlleu). Para poder alcanzar los niveles adecuados de solvencia, los test de estríés identificaron entonces unas necesidades de capital conjuntas de 2.065 millones de euros. Una cifra irrisoria desde el prisma de hoy que el mercado puso en cuarentena desde el minuto uno.
En 2011, con las entidades financieras aún más en entredicho, la reacción del Ibex fue algo mejor a muy corto plazo aunque las cosas empezaron torcidas, con una caída inicial del 1,44%. Luego subió un 6% en sólo una semana, pero nuevamente el impacto positivo fue efímero. Once sesiones despuíés el Ibex, que gracias a los test había recuperado la cota de los 10.000 puntos, volvió por debajo del punto de partida. Era el preludio de un durísimo mes de agosto marcado por Grecia y la rebaja del rating de Estados Unidos.
El año pasado, España aportaba cinco de los ochos suspensos firmados por la EBA. CatalunyaCaixa, Banco Pastor, Unnim, Caja3 y la CAM no pasaban el corte al no alcanzar un Tier 1 superior al 5%.
Y ahora, ¿quíé?
La bolsa española encara la primera semana de octubre despuíés de una significativa corrección en la anterior, marcada por la subida de la prima de riesgo por encima de los 450 puntos básicos y las dudas sobre el cómo y el cuándo del rescate de España.
Aunque los analistas creen que el resultado de los test de Oliver Wyman no arroja sorpresas negativas, el Ibex ‘cotizará’ hoy los resultados tras un rally de más del 30% desde los mínimos de julio. Y el escenario no es sólo complejo en España. Como señala SelfBank sobre los datos conocidos el viernes, “la encuestas de confianza en Estado Unidos son decepcionantesâ€. Y En Europa, los datos de crecimiento francíés y de precios en la Eurozona dejaron muy fríos a los mercados. Más madera para unas bolsas cogidas con alfileres.