La Tarifa de íšltimo Recurso (TUR), a la que están acogidos más de 20 millones de consumidores, bajará hoy un 2,29 % y la bombona de butano, un 4,6 %, mientras que la tarifa de gas natural se mantendrá congelada.
A partir de hoy, la bombona de butano se venderá al público a un precio máximo de 16,1 euros, lo que representa una reducción del 4,6 % (0,77 euros menos) con respecto al precio anterior.
El Ministerio de Industria ha justificado este descenso en la reducción superior al 7,6 % que ha experimentado el coste de la materia prima (propano y butano).
Además, la luz se abaratará por primera vez desde la liberalización del mercado y la puesta en marcha de la TUR, en julio de 2009, gracias a los precios más bajos obtenidos en la subasta mayorista de energía y a la congelación de la parte regulada de la tarifa, los denominados peajes.
Esta no es la primera ocasión en que baja el resultado de la subasta Cesur (en la que se adquiere la electricidad para el suministro a tarifa de todo el trimestre) pero sí es el único caso que este abaratamiento ha repercutido en el consumidor.
Esto sucede porque, hasta ahora, cuando bajaba el importe de la energía, el Gobierno compensaba con un aumento de los peajes con el objetivo de reducir el díéficit de tarifa, generado por el desfase entre los ingresos y los gastos del sistema y que supera ya los 25.000 millones de euros.
Los peajes son fijados trimestralmente por el Gobierno para cubrir los costes de funcionamiento del sistema elíéctrico, entre los que se incluye el transporte, la distribución, las primas a las renovables, los incentivos al carbón, la moratoria nuclear o los intereses del díéficit de tarifa, entre otros conceptos.
Sin embargo, el ministro de Industria, Josíé Manuel Soria, anunció hace semanas que el Gobierno dejaría de utilizar los peajes para equilibrar la evolución de la tarifa, que a partir de ahora se determinará exclusivamente por el resultado de la subasta.
Esta es tambiíén la primera revisión tarifaria desde la aprobación del anteproyecto de ley de medidas fiscales para la generación de energía, con la que el Gobierno pretende acabar con el díéficit de tarifa, y que establece varios impuestos para la generación.
Sin embargo, la reforma está pendiente del trámite parlamentario para su entrada en vigor, por lo que todavía no ha influido en la subasta el posible encarecimiento de la energía al que han aludido prácticamente todas las patronales elíéctricas y asociaciones de consumidores.
Por su parte, la TUR del gas no sufrirá variación alguna en el cuarto trimestre del año despuíés de que la variación del coste de la materia prima -vinculada a las cotizaciones internacionales del gas natural y a la variación del tipo de cambio euro/dólar- fuese menor al 2 %.