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La compra masiva por el Ministerio de Defensa del flamante avión y la creación de una red global de mantenimiento y reparación de helicópteros rusos confirman hoy la voluntad del Kremlin de competir en el mercado internacional.
Rusia debe tener una fuerte industria aeronáutica, es un imperativo de la seguridad nacional y la soberanía tecnológica, afirmó la víspera el presidente Vladimir Putin tras presenciar el primer vuelo del avión militar de transporte IL-476 (Il-76MD-90A).
Tras presenciar en la ciudad de Uliánosk, en la ribera del Volga, el despegue, desplazamiento aíéreo y el aterrizaje en una maniobra de 15 minutos, el estadista llamó a modernizar todos los eslabones para crear una industria aeronáutica realmente competitiva a escala global.
Al dirigirse a los participantes en la reunión dedicada a la formación de pedidos aeronáuticos, Putin informó que el Ministerio de Defensa recibirá 39 naves de ese tipo al precio de 140 mil millones de rublos (unos cuatro mil 500 millones de dólares al cambio actual).
Es el mayor pedido en la breve historia de la industria aeronáutica rusa del período postsoviíético, aseguró el mandatario, quien presenció la firma del contrato.
Sostuvo que salvo Estados Unidos y Rusia, ninguna otra nación produce actualmente ingenios similares y aseguró que las estructuras estatales contribuirán a organizar la producción en serie del nuevo modelo.
Esta versión es una modernización avanzada del IL-76MD que en la era soviíética producía la fábrica emplazada en Tashkent, capital de Uzbekistán, y consume 10 por ciento menos combustible que su antecesor gracias a los nuevos motores PS-90A-76.
Los especialistas de la planta ensambladora Aviastar-SP, perteneciente a la Corporación Aeronáutica Unificada (OAK por sus siglas en ruso), reforzaron el tren de aterrizaje y renovaron la aviónica, que incluye modernos medios digitales.
Su peso de despegue es de 210 toneladas y la capacidad de carga útil es de hasta 52, con una autonomía de hasta cinco mil kilómetros, contra 47 toneladas y cuatro mil kilómetros el modelo anterior.
El programa Federal de Armamentos incluye en sus planes la producción de un centenar de IL-476.
Por otra parte, el grupo empresarial Helicópteros de Rusia -incluye a las corporaciones Mi y Kamov- trabaja en la organización de una red mundial de servicio de postventa, según el portal aeronáutico Flightglobal.
Con este proyecto la empresa se propone mejorar el servicio a sus naves, aumentar las ventas, obtener más beneficios del servicio y actualización de los aparatos, así como eliminar o al menos disminuir el mercado de piezas de repuesto falsas.
Las naves Mi-8 y Mi-17 fabricados en la Unión Soviíética o en la Rusia actual operan en más de 80 países.
Helicópteros de Rusia logró consolidar su producción entre 2007 y 2010, y sus portavoces consideran que el servicio global de postventa será el reto más importante, heredado de la Unión Soviíética.