Por... JAIME MEJIA
MIAMI -- En estos tiempos de gran incertidumbre por la crisis económica global inversionistas de todo el mundo han estado buscando alternativas para proteger su capital. Una de ellas es el arte.
Una obra de Pablo Picasso, por ejemplo, puede tener un retorno anual de entre el 10% y el 45% según el Mei Moses, un índice de obras de arte de Beautiful Asset Advisors, firma fundada por los profesores de economía Jianping Mei y Michael Moses.
"Ante la elevada incertidumbre de los instrumentos financieros, la gente ha buscado refugio en las obras de arte", dijo a la Associated Press Denise Ratinoff, representante internacional y consultora de Christie's, la empresa global de subastas de piezas de arte, en Chile.
¿Pero el arte es realmente una buena inversión de refugio?
Más que eso, "es el mejor activo para diversificar una cartera de inversiones", dice Michael Moses.
Según la investigación de Moses y Mei, el arte tiene una correlación negativa o muy baja con las inversiones en acciones cuando se compara el índice de arte con el índice de acciones S&P 500, que mide el comportamiento de los precios de las acciones de las principales 500 empresas de Estados Unidos.
Esta correlación negativa indica que cuando caen las acciones, los precios del arte suben y viceversa, y eso es lo que ha pasado en los últimos años.
"En el 2008, cuando cayeron los precios de las acciones por la crisis, el arte subió y despuíés cuando los precios de las acciones se recuperaron, el arte cayó de precio", dijo Moses a AP.
Esta correlación negativa es deseable en una cartera de inversión porque de esta forma los inversionistas se protegen de cambios súbitos en los mercados y así no todas las inversiones caen al mismo tiempo.
¿Y la rentabilidad?
Según Moses, entre 2001 y 2011, la inversión en arte tuvo una mejor rentabilidad que la inversión en acciones. En los últimos 25 años, las acciones han sido mejor inversión que el arte y si se analizan los últimos 50 años, la rentabilidad de las obras de arte y la de las acciones es más o menos similar.
Por ejemplo, en la primera mitad del año 2012, la rentabilidad de las obras de arte, según el índice Mei Moses, fue de 7,3% anual mientras que la rentabilidad de las acciones, según el S&P 500, fue de 6,2%.
Invertir en arte es una actividad de alta complejidad que requiere estudio y dedicación.
"Si se piensa en inversión hay que hacerlo con seriedad, conocimiento y pasión por el arte", dice Rattinoff.
El gran reto del inversionista en arte está en identificar la obra con mayor potencial.
Según Ratinoff, el valor de una obra depende de seis determinantes:
1. Procedencia, que indica de dónde viene la obra (un coleccionista, un museo, una fundación privada, etc).
2. Calidad de la obra.
3. Condición o estado de la obra (si ha sido restaurada).
4. Moda.
5. Si recientemente entró al mercado o si ha sido ofrecida en reiteradas ocasiones.
6. Si es algo novedoso y único.
Según la investigación de Moses y Mei, el mercado global del arte puede estar valorado entre los 20.000 y 30.000 millones de dólares al año, y de ese total entre la tercera parte y la mitad son transacciones realizadas a travíés de casas de subastas como Christie's.