Año y medio despuíés de pasar a la final para ejecutar uno de los proyectos hospitalarios más destacados de Reino Unido, el Royal Liverpool Hospital, FCC se juega el contrato en las próximas semanas. La obra está valorada en 550 millones de libras (685 millones de euros) y es la de mayor calado que el grupo español tendría en ese país.
FCC y la constructora británica Carillion acarician el desenlace de un jugoso concurso que lleva meses en el alero. Se trata de la ejecución del Royal Liverpool Hospital, en Reino Unido, para el que ambas empresas fueron declaradas finalistas en verano del año pasado sin que se haya dado a conocer hasta ahora el dictamen definitivo. La adjudicación se espera a lo largo de este mes de octubre, cuando la Administración elegirá la oferta preferente entre las dos que baraja.
La obra está valorada entre 500 y 550 millones de libras (de 620 a 685 millones de euros) y se convertiría en el aldabonazo definitivo de FCC Construcción en un mercado que considera estratíégico. Entre sus logros más notables en suelo británico figura la entrada en el proyecto ferroviario londinense Crossrail, con un contrato de 250 millones de libras (310 millones de euros) por el que se hace cargo de los accesos y cavernas de las estaciones de Whitechapel y Liverpool Street. Otro encargo que dio notoriedad a FCC fue el del diseño y construcción del centro de comunicaciones de los Juegos Olímpicos de Londres.
Previamente, la constructora se había alzado con una primera referencia en Irlanda del Norte, precisamente en el campo hospitalario, con la ejecución del centro Enniskillen Acute, de 315 camas y 60.000 metros cuadrados. El contrato, valorado en 300 millones, marcó un hito en Irlanda por cuanto era el primer proyecto adjudicado bajo el modelo de colaboración público-privada.
Permisos y disposición económica
Para competir por el Royal Liverpool Hospital el grupo que preside Baldomero Falcones lleva en su consorcio a las firmas de ingeniería Interserve y a la constructora John Laing. Enfrente se encuentra a una de las mayores constructoras locales, Carillion, y quedó en el camino durante las distintas fases del concurso otra referencia importante del país como es Balfour Beatty.
Al parecer, buena parte del tiempo de espera para la adjudicación se ha debido tanto a la gestión de los permisos como a cuestiones presupuestarias, estando previsto que los trabajos arranquen en los próximos meses.
Además, FCC Construcción ha tejido una alianza en los últimos meses con la germana Bilfinger y el fondo australiano Macquarie para tratar de hacerse con la construcción de un puente de dos kilómetros, sobre el río Mersey, valorado en 600 millones de libras (745 millones de euros). Un consorcio de ACS, en el que figuran sus empresas Iridium y Hochtief, y un segundo con Balfour Beatty y la gala Bouygues son los rivales. La oferta preferente se seleccionará, según el calendario del concurso, la próxima primavera.
Más allá de intentar abrirse paso en infraestructuras, FCC apostó en 1989 por los servicios medioambientales. Por entonces creó Focsa Services UK, posición que reforzó en 2004 con la adquisición de WRG, una de las mayores firmas del país en gestión de residuos.
Precisamente serán terrenos de WRG los que utilice el grupo para instalar campos eólicos hasta alcanzar los 100 megavatios (MW) de potencia. De momento dispone de los permisos para levantar ya la primera de las plantas en la localidad de Carnaby, en el área de East Yorkshire.