El Gobierno italiano ha incluido en la Ley de Estabilidad, llamada a garantizar el equilibrio presupuestario en 2013, una partida de 300 millones para indemnizar a los adjudicatarios del puente sobre el Estrecho de Messina por su más que probable cancelación. El consorcio adjudicatario tiene a Impregilo y la española Sacyr como principales componentes.
Sacyr y sus socios en la obra del puente sobre el Estrecho de Messina, infraestructura llamada a enlazar la península itálica con Sicilia, han presentado el proyecto en las últimas jornadas. Las empresas han cumplido su parte, pero el Gobierno de Monti no parece dispuesto a dar rienda suelta a su construcción en el actual contexto económico. La decisión definitiva se toma en este mes de octubre.
La suspensión de esta gigantesca inversión, valorada en 3.900 millones de euros, ha sobrevolado el proyecto desde que arrancó la crisis. Aún así, las compañías constructoras, lideradas por la local Impregilo y por la citada Sacyr, han seguido adelante con su parte en el contrato. Como garantía ante una posible cancelación el consorcio adjudicatario goza de una indemnización a pagar por parte de la Administración.
De momento, el Gobierno ha reservado una partida de 300 millones en los Presupuestos de 2013 para saldar el contrato con una millonaria penalización. Un paso que se adelanta al de la esperada comunicación oficial de cancelación y que no exime que las empresas opten por futuras reclamaciones.
Sacyr y sus compañeras de viaje se adjudicaron el puente de casi seis kilómetros en el año 2005. La firma que preside Manuel Manrique tiene un 18,7% del capital del consorcio y valoraba esta obra como uno de los principales hitos de su historia. De cobrar la indemnización, la española se embolsará un mínimo de 56 millones, en función de su participación, sin tender ni un solo metro cúbico de hormigón.
