Por... MARTIN CRUTSINGER
WASHINGTON -- Un segundo mes de elevados aumentos en el precio de los combustibles, especialmente la gasolina, hizo que aumentaran de forma notable los precios al por mayor, aunque sin contar el renglón energíético, uno de los motores fundamentales del sector de consumo, la inflación fue relativamente moderada.
Los precios al por mayor subieron en septiembre un 1,1%, tras hacerlo un 1,7% en agosto, el mayor salto mensual en más de tres años, anunció el viernes el Departamento de Trabajo.
En ambos meses, la tendencia general de los precios tuvo un comportamiento alcista debido al encarecimiento de la gasolina, que subió un 9,8% en septiembre tras hacerlo un 13,6% en agosto.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, no cambió en septiembre, el mejor resultado desde octubre del 2011. En agosto, esos precios subieron un 0,2%.
Los precios de los alimentos, que en agosto crecieron un 0,9%, aumentaron en septiembre un 0,2%.
La inflación al por mayor ha sido estable en los últimos 12 meses concluidos en septiembre. En ese tiempo, los precios crecieron un 2,1%. La inflación subyacente se disparó un 2,3% en los últimos 12 meses. El índice a nivel productor que difunde el gobierno mide la inflación mayorista antes de que los bienes lleguen a los consumidores.
Una inflación baja significa que los consumidores tienen más dinero para gastar, lo que ayuda a la economía. Además, permite a la Reserva Federal más amplitud para mantener bajas las tasas de interíés a fin de fomentar la expansión económica. Si los precios comienzan a subir rápidamente, el banco central podría verse obligado a elevar las tasas de interíés.
El economista jefe de la firma Capital Economics, Paul Ashworth, dijo que los modestos avances en los precios al por mayor deberían frenar la inflación a nivel detallista, manteniíéndola cerca del 2% pronosticado por la Fed. Ashworth dijo que ello permitirá al banco central enfocar su política en la reducción del desempleo.
El aumento del 0,2% registrado en septiembre en el precio de los alimentos fue el menor salto desde que se contrajeron los precios dos meses consecutivos, en abril y mayo. En junio, julio y agosto, los precios experimentaron subidas notables, en gran parte como consecuencia de la severa sequía padecida en el centro del país.