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Autor Tema: España quiere que el BCE le garantice una prima de 200 puntos si pide el rescate  (Leído 143 veces)

Eguzki

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La falta de estas garantí­as, origen de las dudas de Rajoy a la hora de pedir la ayuda
Rajoy pedirá al Consejo Europeo un calendario para la unión bancaria
El Gobierno quiere obtener garantí­as de que el Banco Central Europeo (BCE) intervendrá en el mercado secundario de deuda para conseguir que la prima de riesgo del bono español baje hasta los 200 puntos aproximadamente y se mantenga en ese nivel. La falta de estas garantí­as está en el origen de las dudas de Mariano Rajoy a la hora de pedir el rescate, según fuentes gubernamentales, que niegan que la demora responda a la inminencia de las elecciones vascas y gallegas (21 de octubre) y posteriormente catalanas (25 de noviembre). Tambiíén rechazan que la canciller germana, Angela Merkel, presione para que el rescate de España se demore y pueda someterlo a su Parlamento en un único paquete junto con la ayuda a Chipre y una ampliación de la concedida a Grecia.

El Gobierno asegura que los 200 puntos suponen un diferencial “razonable” entre el bono español y el alemán a 10 años, dada la situación económica de ambos paí­ses; y alega que el resto responde a la incertidumbre que rodea la propia supervivencia del euro. Al mismo tiempo, estima que con ese diferencial de 200 puntos la deuda española resultarí­a sostenible y el Tesoro podrí­a hacer frente a los vencimientos previstos a medio plazo, incluso sin necesidad de rescate. La prima española cerró el viernes a 417 puntos y alcanzó los 638 en julio pasado; un nivel al que podrí­a escalar de nuevo, e incluso superar, si se descartase definitivamente la intervención.

El problema es que el presidente del BCE, Mario Draghi, ha dejado claro que no pondrá en marcha el programa de compra ilimitada de deuda española o italiana en el mercado secundario si sus Gobiernos no solicitan expresamente la ayuda del fondo de rescate europeo, sujeta a “estricta condicionalidad”.

Fuentes gubernamentales explican que el rescate de la economí­a española debe cumplir cuatro requisitos: que lo pida España; que se acepten las condiciones del mismo; que se fijen sus objetivos; y que lo aprueben todos los socios. Hasta ahora se ha puesto el acento en las condiciones, con el argumento de que estas podrí­an obligar a nuevos recortes de las prestaciones sociales, pero el Gobierno considera más importante el objetivo: que el BCE acepte intervenir cada vez que sea necesario para estabilizar la prima de riesgo en torno a los 200 puntos.

Financiación a un precio razonable
Para el Gobierno, se trata de un punto esencial, pues su objetivo no es salir de los mercados de capitales (como han hecho Grecia o Portugal), sino seguir financiándose en ellos, pero a un precio razonable. De no lograr este objetivo, España podrí­a encontrarse con que ha pedido un rescate que en realidad no quiere sin conseguir rebajar el coste de su deuda, agregan las mismas fuentes.

El Gobierno tampoco descarta el otro gran riesgo de la operación: que solicite el rescate y este no pueda ejecutarse porque lo vete el Parlamento de alguno de los socios (como el finlandíés, donde los euroescíépticos tienen un gran peso), dejando maltrecha la ya de por sí­ escasa credibilidad de la economí­a española.

Este peligro podrí­a sortearse si la ayuda se canalizara a travíés del nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), donde las decisiones pueden adoptarse con el 85% de los votos; y no del fondo provisional, que requerirí­a unanimidad de los socios.

Mientras se consigue cerrar la negociación, Rajoy acudirá el jueves a Bruselas con el propósito de que el Consejo Europeo se comprometa con un calendario de puesta en marcha de la unión bancaria. Aunque la reunión tiene carácter informal, el presidente español quiere sacar adelante una hoja de ruta que permita en el Consejo Europeo de diciembre, ya ordinario, sentar las bases del regulador único para la banca europea, de forma que pueda entrar en vigor a principios de 2013, tal como se acordó en junio pasado. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, enfrió ayer sin embargo ese objetivo, ya que señaló que quizá hasta 2014 no estíé operativo el supervisor único.

El ministro de Economí­a, Luis de Guindos, fue rotundo en una rueda de prensa ayer en Tokio: “España va a apoyar que la unión bancaria sea lo más rápido posible”, insistió. A juicio del Ejecutivo, un empujón decisivo a este esquema común contribuirí­a a disipar las dudas sobre la solidez del euro; al tiempo, permitirí­a la recapitalización directa de la banca española, permitiendo al Estado aliviar la deuda pública del peso del saneamiento del sistema financiero. Rajoy tambiíén hará todo lo posible para evitar que Grecia sea expulsada de la zona euro, no solo por convicción europeí­sta sino tambiíén porque teme que, abierta la puerta, se pueda empujar a otros paí­ses como España.