Puede llegar a resultar una pregunta incluso filosófica. Al final, dinero es todo aquello que nos sirve para comprar bienes y servicios. Pero, ¿no es tambiíén dinero aquellos activos de inversión que pueden convertirse rápidamente en monedas y billetes?
En el fondo, cuanto más líquidos sean, más caracterización de dinero, tal como todos lo consideramos, son. Entenderán que siendo la inflación un fenómeno monetario, la constatación de más o menos dinero (liquidez, ¿por quíé no?) es un factor determinante para los bancos centrales a la hora de valorar los riesgos de inflación. Pero aquí debemos incluir tambiíén las expectativas de inflación. Como ven, la tarea de los bancos centrales en tíérminos de estabilizar la inflación en niveles bajos no es fácil. Pero reconozco que aquellos bancos centrales donde la inflación y el crecimiento son objetivos conjuntos tienen más margen de maniobra en una situación de Crisis como la actual.
El ECB publica en su último Informe mensual un interesante análisis sobre la liquidez y el dinero. Naturalmente, desde una perspectiva de política monetaria. Observando el gráfico anterior creo que ya se pone de manifiesto el margen de actuación al que me refería antes de la política monetaria. Pero a mi lo que me interesa del artículo de la autoridad monetaria europea no es tanto la valoración del dinero y liquidez como potenciales indicadores de inflación si no su papel en tíérminos de los mercados financieros. Al final, lo que subyace en la Crisis actual es una Crisis financiera y de mercados. Ya síé, sin olvidarnos de la Crisis económica, de la Crisis bancaria, de la Crisis inmobiliaria, de la Crisis política del Euro, de la Crisis geopolítica y hasta de la Crisis social en tíérminos de desigualdades en la distribución de la renta y riqueza. Demasiadas crisis para analizarlas en una breve nota como esta.
¿Alguien pone en duda la relación entre la liquidez global y el comportamiento de los mercados financieros?. Pero, ¿quíé es liquidez? Podemos hablar de liquidez monetaria (activos financieros que pueden convertirse en dinero para la compra de bienes y servicios) y liquidez de los mercados financieros (profundidad de los mercados). En tíérminos generales, dinero en efectivo y depósitos a la vista son los activos más líquidos. Ahora bien, cuando mayor la profundidad de los mercados más fácil es que los activos financieros puedan convertirse en dinero en sentido estricto. No hace tanto tiempo que los bancos centrales seguían objetivos intermedios en tíérminos de liquidez (dinero) para conseguir el objetivo último de inflación. Pero la realidad es que la relación monetaria entre dinero y el crecimiento nominal no es estable en el tiempo. Y es precisamente la diferente consideración de dinero el principal factor que desvirtúa esta relación. ¿Y ampliar el objetivo intermedio de dinero? La relación mejora, pero el control que puede hacer el banco central es menor. Hay un tema importante que no debemos olvidar: la relación entre la liquidez financiera y la liquidez monetaria debe ser contemplada tanto en tíérminos de riesgo mayor de inflación como de deflación o desinflación. Y es que en situaciones de crisis de los mercados, de contracción de los mercados donde el precio de los activos cae, donde la profundidad del mercado se reduce y aumenta su volatilidad, esto tambiíén acaba afectando (de forma negativa) a la liquidez monetaria. Esto es lo que llevamos sufriendo desde hace ya cinco años. Y es lo que los bancos centrales intentan combatir expandiendo su balance, en algunos casos aumentando la base monetaria y en otros esterilizando sus intervenciones.
Pero, tambiíén, podríamos hablar de liquidez oficial (dinero de los bancos centrales) y de la liquidez privada. ¿Cómo se genera esta última? Podemos hablar de factores macroeconómicos, incluidos los desequilibrios a nivel mundial y de factores financieros. El crecimiento económico, la expansión del críédito y los desequilibrios mundiales, en un entorno como el de los últimos años de elevada globalización, pueden sin duda explicar un aumento de la liquidez a nivel mundial. Pero tambiíén tiene la misma consecuencia la integración financiera mundial, la desregulación de los mercados y la propia innovación financiera. Al final, aunque es cierto que en los noventa la política monetaria expansiva fue en parte responsable del proceso de apalancamiento que ahora sufrimos es tambiíén claro que el escenario macro y regulatorio ayudo y mucho para el crecimiento de los desequilibrios que ahora sufrimos.
¿Un mar de liquidez? Todos hemos escuchado esta expresión. Y algunos la hemos utilizado tambiíén. Pero lo cierto es que las decisiones de los bancos centrales en los países desarrollados durante lo que llevamos de Crisis son las únicas que se podían tomar considerando ;el deterioro de la liquidez financiera. Dicen que la política monetaria no funciona por la fragmentación de los mercados. O tambiíén simplemente porque el mecanismo de transmisión monetaria, que es el críédito, se ha estancado en el mejor de los casos o incluso se contrae. Tambiíén porque la incertidumbre del futuro hace que el dinero “no se muevaâ€, acumulándose en activos incluso con rentabilidades negativas. La liquidez oficial debe reemplazar la caída de la liquidez privada. Y es un proceso que hoy por hoy parece no tener fin.