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Autor Tema: ¿Todo lo maravilloso que viene para la humanidad vendrá sin mi esfuerzo?  (Leído 2124 veces)

Scientia

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¿Todo lo maravilloso que viene para la humanidad vendrá sin mi esfuerzo?




En estos momentos el universo está pasando desde su creación, por una de las etapas más trascendentales de su historia y por Ley de Unidad tambiíén lo están cada uno de los sistemas y planetas que lo conforman.

Es gracias a esta Ley, que rige todo cuanto ha sido creado por el Creador, que aquello que acontece en un punto extremo de la Galaxia sucede en algún punto opuesto de la misma. Es debido a esta bendita Ley, incluyente, cohesiva e incondicional, que todos y en cada uno de los seres que habitan en este universo están interdependientemente relacionados y lo que le atañe a uno, le será indefectiblemente en algún momento del tiempo-espacio importante para el otro.

Nada escapa a esta grandiosa ley, Somos uno y estamos en í‰l contenidos. Sin embargo a la mente humana le cuesta mucho pensar, ni se diga el de constatar la presencia de esta Ley de Unidad. La mente discierne la mayor parte de las veces por lo que ve, percibe, siente o por cualquier otro ‘dato’ o ‘impresión’ que reciba a travíés de los 5 sentidos, los cuales a su vez son bombardeados por demasiadas impresiones a lo largo de 1 segundo siendo la mayorí­a de las veces ni siquiera percibida por la parte consciente, pasando así­ todos estos datos al ‘subconciente’ para ser luego olvidados por entero. Entonces nos preguntamos:

¿Cómo puede uno constatar lo que nunca hemos percibido como Unidad conscientemente, o ni siquiera hemos hecho el intento para comprenderlo?, ¿Cómo recordar o experienciar lo que no recordamos de nuestra realidad, aunque sea esta parcial?

Aquí­ recae parte de este dilema, en el cual un gran porcentaje de la humanidad está sumergida, más no nos adentremos en la totalidad y enfoquemos la atención en un solo individuo, uno mismo, y verifiquemos entonces ahí­ adentro de cada uno,

¿Cuántas veces al dí­a estamos verdaderamente ‘despiertos’ y cuántas veces

al dí­a estamos accionando ‘dormidos’?.

¿Cómo despertar dentro del gran sueño?

¿Cómo mantenerse despiertos?

¿Cómo encontrar esta Ley de Unidad dentro de nuestro diario discurrir?

Para ello no existen fórmulas, dietas, tíécnicas mágicas, ni persona fuera de uno que vayan a hacer este trabajo por nosotros. Nadie puede hacer nuestra tarea, porque íésta es individual, es personal, y de igual manera que nuestros Padres nos enseñaron que solos deberí­amos enfrentar el examen, que no importaba cuánto ellos nos pudieran ‘ayudar’, al final, la nota que obtendrí­amos dependerí­a siempre de cuánto esfuerzo y trabajo hayamos realizado por nosotros mismos, no habiendo por ello justificación alguna para pensar que pudiese ser de manera diferente.

Es por todo esto que uno se pregunta:

¿Porquíé habrí­a uno de lograr algo sin esfuerzo?

¿Porquíé pensar que uno sólo estudia o debe estudiar a determinada edad o sólo cuando se está inscrito en una escuela, universidad etc. (¿Acaso no se está ahora en una gran escuela realmente?)

¿Por quíé pensar que el Cosmos nos premiará, elevará a todos, transmutando y realizando todo, sin siquiera uno ‘pagar’ el justo precio por merecer aquello que será el devenir de la Humanidad, que de seguro es bello y perfecto?

¿Quiíén me creo que soy para lograr esto, sin poner aunque sea ‘algo’ de mi parte?

¿Es factible, es acaso ley del Universo el lograr algo sin esfuerzo?

¿No se esfuerza el cosmos?

¿No se está esforzando hoy por hacerse escuchar

a travíés de cientos y miles de seres que están buscando la debida conexión?

¿No se está esforzando por llegar hacia aquellos que están vibrando al mismo

ritmo y nivel vibratorio?

¿Acaso es algo ‘gratis’en el Universo?


Con esto no se quiere decir, que uno no tiene privilegios por ser hijos de un grandioso Padre-Madre Creador, privilegios que son equitativamente compartidos con nuestros 6 mil millones de hermanos, gracias a que tenemos un Padre Común a todos. 

Decí­amos que el Cosmos en estos momentos a travíés de sus intrincados mecanismos que se utilizan como el tiempo y el espacio se está esforzando. El mantiene un orden perfecto y en el jamás hay incidentes al azar. Constancia de su orden la tenemos comprobada diariamente con el simple más constante y perenne esfuerzo de la salida del Sol. Gracias a su constancia, hoy por la mañana la mitad de la población volverá a “despertarse” para emprender otro ‘nuevo’ dí­a de trabajo. No importa si son hombres, mujeres o niños, aves, serpientes, o mamí­feros, millones podrán tener luz diurna, para poder calentarse, moverse, hacer, (aunque demos esto tambiíén por hecho, sin considerar que tambiíén es un privilegio o mejor dicho bendición el poder ‘ver’), haciendo con ello del dí­a de hoy, un dí­a de provecho.


Hoy en dí­a se podrí­a decir hay de todo y para todos los gustos, formas, apariencias, más debiíéramos pensar en usar la capacidad de discernir, que nos es conferida por el universo, para cuestionarnos si es que algo puede por sí­ solo venir a uno (estados de consciencia, niveles de ser, etc.) sin siquiera hacer el ‘esfuerzo’ pertinente de tener que ‘pensar’ o vibrar de determinada manera para lograrlo.

¿Podemos entonces creer que el Cosmos y Su Jerarquí­a sostendrí­a aquello que no lo amerita, o no siquiera lo ha solicitado?

¿Debemos haber solicitado ‘algo’ al Universo para estar hoy recibiendo tantos mensajes de lo que viene o vendrá, verdad?

Mas, ¿Quíé tanto podemos imaginar que estos cambios se darán en nuestra constitución con las estructuras de ADN y otras tantas, que dicen que se darán o se están dando ya, sin nuestra cooperación? ¿Quíé del libre Albedrí­o entonces?

Existe un respeto total ante esta concesión otorgada de “Libre elección” y esta es una Ley en el Universo. Una vez se nos dijo que: “el Cosmos, El Creador, respeta tu decisión, el no viola el libre albedrí­o de ningún ser, ni se mete ahí­ donde no ha sido llamado”y ya que todo en el Universo es cooperación, esto nos hace reflexionar y pensar que de existir en uno estos cambios trascendentales tanto a nivel fí­sico, (ADN, reparaciones biológicas etc.) como a nivel mental (recuperación y activación de zonas mentales olvidadas o atrofiadas) estos sólo serán factibles de darse en la medida de nuestra sutil cooperación. Y es justo aquí­ nuevamente donde uno se pregunta: ¿Cómo coopero?, ¿Quíé paso he de dar?, ¿Quíé he de hacer?, ¿Cómo lo hago? y por ultimo la pregunta debiera ser: ¿Para quíé propósito? ¿Realmente quiero ser parte de este cambio histórico?

Como muchos sabemos existen diferentes planos de creación vibracional y para nuestra suerte, la materia es la mas dúctil de todos los planos existentes, siendo íésta automáticamente alterada y transformada por un plano superior de acción, (“una ley mayor anula una ley menor”). Por eso uno no debiera “preocuparse”, por cambiar formas de ser de otro o de adoptar nuevas formas de vivir, sino mas bien ocuparse en acatar esta ley, haciendo los cambios verdaderos desde adentro. Consideremos entonces que todo lo que nos rodea esta sometido por una grandiosa y poderosa ley que rige en todo el Universo, la Ley de Unidad, por ende si sucede en un plano superior por encima del plano fí­sico, abajo por correspondencia (Ley de causa y efecto) sucederá tarde o temprano lo mismo. Nada escapa a esta ley. Cabrí­a entonces preguntarnos: ¿Porquíé tanto afán en poner la atención en las pequeñas cosas del plano material, entregándole tanto poder a que si ‘eso’ o ‘aquello’, es bueno o menos bueno, malo, peligroso, mortal etc., si sabemos y hemos constatado muchos de lo que estamos buscando la verdad que:

“No es lo que entra por la boca lo que daña al hombre,

sino lo que sale de ella, porque es lo que de su corazón procede”

¿Cuántas veces no hemos recibido el embate de nuestras propias palabras

al haber negado a vivir algo, o el de no querer aceptar a alguien,

recibiendo en respuesta justo lo que menos querí­amos o habí­amos deseado en el silencio de nuestros pensamientos y emociones?

¿Por quíé entregarle tanto poder al plano más denso y dúctil del Universo?

¿Por quíé no subir la atención hacia donde esta pudiera en verdad afectar positivamente la “vida” que llevamos diariamente la cual hemos limitado en cientos y miles de calificaciones de ‘malo’, píésimo para la salud, enfermedad o contagioso etc.?

¿Por quíé seguir limitándonos con más cosas “prohibidas” o “contaminantes”

si uno ha recibido la información, a travíés del exhaustivo esfuerzo por sus intermediarios de luz, quienes a su vez nos están esperando a que verdaderamente vivamos a la altura de nuestra fe aquello que creemos con sinceridad?

¿Por quíé no aceptar con convicción que “aquello que el hijo anhela y el Padre desea será por cierto una realidad”?

¿No serí­a mejor preguntarse quíé quiere nuestra alma y quíé limitaciones pueda ella tener?

¿Para quíé tendrí­a uno un espí­ritu que vela por nuestra vida si este no puede ascendernos y trascendernos de la irrealidad y la ilusión que los sentidos fí­sicos nos determinan,

diciíéndonos todo lo contrario a lo que se sabe desde adentro?

¿Para quíé el libre albedrí­o, si no se usa para elegir a donde se aspira llegar?

¿Acaso existe algo o alguien en el Universo

que nos impida alcanzar los anhelos de nuestra alma?

¿Hay acaso un limite para Ser? ¿Entonces porquíé no poner la atención en un plano donde se sabe que se trascenderá toda la información recibida que muchas veces viene matizada por la personalidad de quien la recibe, pintándola con sus creencias o miedos al respecto de determinado tema?
« Última modificación: Julio 27, 2008, 04:21:20 pm por Scientia »



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¿Dónde está entonces el discernimiento?

¿Para que el uso de tantas tíécnicas, y fórmulas, ejercicios, si no se puede

discernir entre lo que es verdad y viene del Ser de lo que viene de la personalidad?

Pero con todo esto uno no quiere decir que es el espí­ritu que mora en nosotros el que se esforzara por uno, así­ como no se está planteando que no hay que hacer altos o ‘stops’ a determinadas cosas en nuestras vidas, para lograr tan ansiada transmutación y ascensión (recordemos que la vida es esfuerzo).

 â€œLa varita mágica” que con tan sólo un toque, uno consigue lo que quiere, ha sido un concepto mal interpretado, porque no hay que olvidar que detrás de ella existe un ser que la mueve, y si no se considera esto, sólo se tiene el 50% de la imagen, ni decir de la verdad. Es el mago quien opera a esta varita y de seguro este mago, deberá haber discurrido gran parte de su aprendizaje y estudio en múltiples escuelas, ni decir de las cientos de horas entregadas de donde aprendió a hacer su ‘magia’, por decirlo de alguna manera. Pero no hay nada de malo en desear ser como un mago y tener el poder de un mago, ¿Mas realmente puede uno creer que uno se convertirá en un mago con solo desearlo? ¿Que del esfuerzo para hacerlo?

A lo largo de estas lí­neas hemos expuesto ciertos puntos para reflexionar, de lo que se cree que se basa el logro de alcanzar algo, sea por cualquier individuo que este buscando o no, la luz. Procuramos con ello crear así­ un punto más alto en nuestra conciencia, invitando a considerar los mismos. Sabemos ahora que nada es gratis, que todo tiene un precio, y que la evolución de la humanidad hacia mayores y altos logros del ser, dependerá primero si uno está dispuesto a cooperar, trabajar y estudiar para lograrlo, ya que el Cosmos vela por quien a su vez cuida por su propio bienestar y progreso (“ayúdate que yo te ayudaríé” reza el dicho) y que el esfuerzo que í‰l ejerce hoy por intentar alcanzarnos, ya está dado, (sólo depende del otro 50% de esfuerzo de nuestra parte para hacerlo posible).

Debemos hacer consciencia que: El Creador a tendido ya un grandioso puente hacia cada uno de nosotros, el camino ya fue abierto hace cientos de años, sólo está en nuestro poder de decisión el transitarlo o no, y ante eso nadie ni nada se inmiscuye, es nuestra entera decisión el elegir, tomar las riendas de nuestro propio destino y el de ir en pos de la verdad que libera. No hay nadie fuera de uno a quien preguntarle, no hay nadie que nos diga si estamos errados o certeros. Ahora más que nunca tenemos que tomar nuestras propias decisiones y enrumbarnos hacia un territorio desconocido por nosotros (conocidos por muy pocos), para lo cual se nos han entregado algunas pautas para poder seguirlo sin muchos sobresaltos y esa ‘información’ está grabada dentro nuestro y sólo uno tiene el password o clave para acceder a ello.

Adentro de uno mora un espí­ritu que es “Un Rey en un trono sentado” quien sabe como llegar a “Su reino”. O nos hacemos súbditos de su corte por propia elección o dejamos eso para otros, para algún otro momento en el tiempo (aunque sepamos que ya no hay más tiempo)

Se puede constatar en la información externa que nos está llegando, aquello que siempre supimos que serí­a para uno, (“aquel que se decidió es el que se eligió a sí­ mismo, no existiendo por ello los elegidos”) que grandes cambios se están ya dando, que hay muchos seres que están ya viviendo “la verdadera realidad”, que nuestra conciencia y esfuerzo humano ha alcanzado los niveles esperados por la alta Jerarquí­a pero que aún hay todaví­a más, mucho más que nos aguarda por alcanzar.
¿Existe alguna manera de que sea y partí­cipe conscientemente de los cambios tan afamados que se proclaman?, ¿quíé hacer entonces?

Tenemos la información que cambios estructurales se darán cada vez más rápido, que los codones del ADN se reestructurarán y que inclusive ya existen niños í­ndigos (o mejor dicho de la 7ma raza violeta) que tienen otros codones más activados, a diferencia de los que estamos aquí­ hoy encarnados, expresando así­ una liberación total de sus seres, significándoles esto que sea para ellos más sencillo el ‘ser y estar’ presentes, que para los muchos que nos ha costado y nos cuesta aún hacerlo, siendo todo esto factible de ser gracias a los seres que allanaron el camino para ellos, los que van adelante haciendo el cambio consciente.

 Se ha dicho mucho sobre el efecto multiplicador de meditaciones grupales, individuales, mantrams etc, todo eso está indudablemente perfecto más, ¿Cómo activar el durmiente en uno conscientemente?, ¿Cómo lidiamos con el programa o sistema mecánico en el que se está incluido para “ser del mundo” sin caer y pertenecer al mundo, no desconectándose de los demás sintiíéndose distinto o mejor que otros por estar en ‘algo’ “espiritual”?

Además:

¿De quíé manera cada cromosoma puede ser conscientemente activado

con la virtud o el don espiritual que lo empareja o equipara con el ser?

¿Cómo se hace el Puente, de quíé está hecho, cuál es la esencia para su elaboración?

¿Acaso solo meditando o sólo pensando es que se hace?

¿Para quíé entonces se nos entregaron los demás cuerpos sutiles y menos sutiles?

¿Para quíé del plano fí­sico y de la importancia de estos cambios geníéticos, si sólo con la mente o con el espí­ritu se pueden realizar todo lo que en verdad propongamos?

¿Acaso no hay en esto una contradicción?


 Sólo en la Unidad en Acción es que lograremos este cambio alcanzando el mismo resultado en todos cuerpos que nos constituyen, siendo entonces que sólo podremos dar este ‘salto cuántico’ del que tanto se habla y se escucha últimamente. Como un todo integrado, como ‘un ser humano integral’.

Es en este casamiento perfecto comenzando tanto desde lo más sutil hacia lo más denso y viceversa, que se podrá ‘alterar’ las condiciones existentes primero en uno, en nuestra vida, para que por Ley de Unidad se de en toda la humanidad externamente. Primero cada uno deberá atender a ‘su humanidad’ que la contiene (debe recordarse los 1000 y millones de años de legado geníético que cada uno contiene dentro de su bagaje geníético, ni se diga de la ascendencia geníética que nos precede) para que este cambio se de para toda la humanidad y este glorioso destino que nos dicen que viene para todos, sea en realidad un hecho.

Entonces nos preguntamos nuevamente: ¿Quiíén tiene que hacer el esfuerzo? ¿He de esperar que aquel otro lo haga? ¿Cómo emparejo aquí­ abajo en mi existencia diaria la diferencia entre lo que soy y lo que creo ser, y realizo los cambios u acciones que necesito realizar, para activar ‘eso’ que está latente en mí­ y que sólo ‘yo’ tengo la clave o password ?, ¿Quíé valores espirituales son estos y cómo encajan con cada uno de las tendencias innatas que me constituyen? ¿Existe un puente viable entre ambos?¿Acaso la materia y el espí­ritu tienen un puente e común? ¿Cómo se construye, cómo lo realizo en mi existencia?



A travíés de los miles de años ha existido una lí­nea de servidores, que han diseminado por cada pueblo de entonces, un legado matriz, una enseñanza basada en la profunda búsqueda de la verdad para el encuentro con la Unidad, la cual bien imprimió en las consciencias de cada uno de los seres que se conectaron con la misma, la creencia de Un Solo Dador, creador de Todo, no importando el nombre entregado al mismo.

Es gracias a la diseminación de la Luz, que la verdad puede ser hallada en sus múltiples niveles, a travíés de diferentes individuos, religiones, creencias, siendo mas que una sola madre o raí­z la dadora de la misma, hace cientos de miles de años cuando la Jerarquí­a acudió al llamado de los seres debido a que la Luz para este planeta estaba menguando y a punto de erradicada de la memoria de los hombres.

Los misterios intrincados de la Vida están poco a poco siendo develados, la ciencia cada dí­a más encontrará y certificará los lazos que existen entre lo que quedó como historia y lo que hoy se constata por tantos seres, como experiencia. La creencia de que todo salió desde un solo punto o que se originó todo en un solo ser, cada vez más nos acercará más a la comprensión de esta Ley de Unidad, la cual nuevamente nos trasladará y trascenderá hacia los planos más sutiles o dimensiones donde todo se hace uno hallando así­ un origen común alo que existe, un árbol a todos común que dio todos los frutos existentes que se conocen, ‘El írbol de Luz y Vida Eterna’.

Nuevamente postulamos y estamos convencidos que reciíén se están encontrando las relaciones existentes entre la maravillosa matriz creadora como lo es el cromosoma, y los niveles de evolución que ya se alcanzaron y nos faltan aún por alcanzar. Lo que antes se conoció como el írbol de la Vida, hoy se conoce como la estructura del ADN. Las similitudes existentes entre sus (4) bases nitrogenadas y los 4 Mundos de Existencia según la Kabalah así­ como de sus 16 codones o combinaciones posibles, con las 16 esferas de consciencia superior (ubicadas en la Corona del írbol) y la enseñanza matriz, otorgada hace cientos de años mucho antes de la existencia otras culturas avanzadas, es contundente.

¿Es íéste írbol de Luz y Vida el puente o ruta a construir conscientemente

entre la materia y el espí­ritu?

¿Acaso activando y accionando aquí­ en la materia, cada uno de los valores que constituyen a esta estructura de la Vida o ADN, es que lograremos estos cambios tan anhelados?

¿Es esta la ruta viable de ascensión y de liberación de la cual se nos dice que debemos empezar a conscientizar, visualizar y construir?

¿Cuál es entonces el primer escaño, la primera puerta el Primer pilar a elaborar?

Es gracias al ‘arduo esfuerzo’ de la Jerarquí­a, quien jamás dejó o cesó de apoyarnos, y del esfuerzo consciente de la lí­nea de servidores que se comprometieron a expandir silenciosamente este conocimiento, o mejor dicho a transitar este camino, que hoy sabemos que existen no sólo 10 esferas de consciencia y 22 senderos o ví­as que componen este Mapa de camino en los que se basa este írbol de la Luz y Vida Eterna, sino que por ley de creación además de tener parte y semejanza con el Creador y estar influenciados por la Ley de Octava, (mecanismo que rige al mundo espiritual, todo lo Creado por el espí­ritu es en base al 7) sabemos hoy que son 49 esferas de consciencia, 49 frutos que el alma debe dar, completándose así­ un ciclo perfecto o peldaños para ascender por esa Escalera al Cielo, de regreso al hogar.

Es sin embargo por Misericordia infinita que ahora se cuenta con una ruta, un mapa tácito de camino que nos perfila mejor como es el mismo, señales de alerta, peligros, recovecos

cautela y todo lo que un mapa, que ha sido minuciosamente detallado por aquellos que van adelante, debiera tener.