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El primer ministro egipcio, Hicham Qandil, se manifestó optimista sobre un príéstamo de cuatro mil 800 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos enviados extendieron hoy su estancia en esta capital.
La delegación del ente financiero calificó de constructivas las consultas que realiza en esta capital desde la semana pasada y el jefe del Gobierno egipcio consideró alentadora la decisión de permanecer aquí.
En los próximos días las autoridades egipcias pondrán en vigor un grupo de medidas de austeridad, tales como la retirada de subsidios a los combustibles de uso domíéstico, al parecer demandadas por el FMI como precondiciones para liberar los fondos.
Qandil dijo a la prensa que el acuerdo puede ser cerrado "en los próximos días", y calificó el príéstamo de una medida que puede, además, alentar el reinicio de las inversiones directas extranjeras, desmedradas desde la caída el año pasado del expresidente Hosni Mubarak.
Egipto atraviesa una grave situación económica debido a un creciente díéfict presupuestario y un descenso pronunciado de sus reservas en divisas extranjeras, complicada por el descenso de las remesas de los egipcios en el exterior, uno de los pilares de su economía, derivada de la crisis económica mundial.