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Autor Tema: La Intuición es la Comunicación con Nuestro Yo Cuántico.  (Leído 837 veces)

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La Intuición es la Comunicación con Nuestro Yo Cuántico.
« en: Noviembre 25, 2012, 10:33:42 pm »
La Intuición es la Comunicación con Nuestro Yo Cuántico.   

http://preparemonosparaelcambio.blogspot.com.es/2012/11/la-intuicion-es-la-comunicacion-con.html


Podrí­amos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a travíés de la memoria del futuro. En fí­sica se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.

Jean-Pierre Garnier Malet padre de la Teorí­a del Desdoblamiento del Tiempo


"Tengo 70 años. Vivo en Parí­s. Casado, 2 hijos y 3 nietos. Soy doctor en Fí­sica, mi especialidad es la mecánica de los fluidos".

"La polí­tica debe sustentarse en la tolerancia".

"Tengo la certeza de que hay que pensar en los demás como nos gustarí­a que los demás pensaran en nosotros".


Entrevista...

- Su teorí­a ¿está avalada por la ciencia? 
- La respetada revista American Institute of Physics de Nueva York y su comitíé cientí­fico la han validado publicándola en el 2006 porque es una teorí­a que ha permitido, primero, prever, y luego, explicar la llegada de planetoides al sistema solar. ¿Quiere que le explique para quíé sirve la ley del desdoblamiento del tiempo?

- Sí­, pero sencillito.
- Tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente.

- ¿Y todo eso sin enterarnos?
- Exacto. Tengo una sí­ntesis instantánea de un análisis que he realizado en otro tiempo aunque no tenga la memoria de ello.

- ¿Así­ funciona el tiempo?
- Sí­, en cada instante presente tengo un tiempo imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi tiempo real lo realizo.

- ¿?
- Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible.

- ¿Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por segundo?
- Sí­, la número 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con íéxito en nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que lo subliminal es accesible a nuestra memoria. El desdoblamiento del tiempo ha sido probado cientí­ficamente y la teorí­a ha dado justificaciones a escala de partí­culas y a escala de sistema solar.

- Tení­a entendido que las leyes de la cuántica no se aplicaban a las cosas grandes.
- El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da como resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real.

- ¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad?
- Podrí­amos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a travíés de la memoria del futuro. En fí­sica se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.

- ¿Estoy desdoblada como la partí­cula?
- Sí­. Y sabemos que, si tenemos dos partí­culas desdobladas, ambas tienen la misma información al mismo tiempo, porque los intercambios de energí­a de información utilizan velocidades superiores a la velocidad de la luz. ¿Conoce el principio de los gemelos de Langevin?

- No.
- En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo viajaba a la velocidad de la luz, envejecí­a menos que el que se quedaba quieto. A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar 50 años: en 1970, gracias a los relojes atómicos, se comprobó esa ley.

- Entonces, en ese tiempo imperceptible pasó mucho tiempo.
- Exacto: si puedo viajar a velocidades prodigiosas, un microsegundo se convierte en un dí­a entero. Cuando regreso, no síé si me he ido, puesto que he estado ausente un microsegundo.

- Estupenda propiedad, ¿pero quiíén es el que viaja?, ¿yo?
- Existe otra propiedad conocida en fí­sica: la dualidad de la materia; es decir, una partí­cula es a la vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energí­a). Somos a la vez cuerpo y energí­a, capaces de ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias.

- ¿Y cómo asimilamos esa información?
- En el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da el intercambio entre el cuerpo energíético y el corpuscular. Y es ese intercambio el que le permite arreglar el futuro que ha creado durante el dí­a, lo que hace que al dí­a siguiente su memoria estíé transformada.

- Vaya.
- El intercambio se realiza a travíés del agua del cuerpo. Ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de supervivencia y la intuición.

- ¿Fabricamos potenciales por medio de nuestro pensamiento?
- Así­ es. Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puede sufrirla usted u otro. De manera que la conclusión es: “No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que los demás pensaran en hacerte a ti”. No es una ley moral ni filosófica, es una ley fí­sica.

- Es difí­cil controlar el pensamiento.
- De dí­a, mucho; pero justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto controlemos: esa es la manera de conectar con esa parte energíética, llamíémosla el doble, para pedirle que solucione los problemas.

- ¿Es como una oración?
- No: es una relación, y hay que dejar totalmente las riendas al otro; las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar potenciales no deseados, sino que tambiíén nos guí­a los pensamientos del dí­a siguiente.

- Asombroso.
La teorí­a del desdoblamiento del tiempo permitió explicar la llegada de planetoides cerca de Plutón, pero Garnier va mucho más allá y nos cuenta que esa ley es aplicable a nuestra vida: “Tenemos un cuerpo muy bien hecho que nos permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el futuro, arreglarlo y volver para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos la capacidad de arreglar ese futuro que hemos construido durante el dí­a. Podemos ver los peligros antes de vivirlos por medio de la intuición, y borrarlos”.



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Re: La Intuición es la Comunicación con Nuestro Yo Cuántico.
« Respuesta #1 en: Noviembre 25, 2012, 10:34:38 pm »
Algunas claves para comprender y aplicar la Teorí­a del Desdoblamiento

Todos tenemos un doble.
Nuestro doble no es el cuerpo astral o etíérico. Es verdaderamente nuestro “yo”, en otra dimensión.
Todo ocurre en el eterno ahora.
La información con nuestro doble se intercambia mediante aperturas entre los distintos tiempos. Estas “aperturas temporales” imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos arrastran hacia otros espacios a velocidad prodigiosa.
Nuestro “doble” es verdaderamente otro “yo”. El cuerpo visible explora el espacio en nuestro tiempo. El otro, generalmente imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento.
De manera esquemática podemos decir que un cuerpo energíético informa a nuestro cuerpo fí­sico. Toda partí­cula emite y recibe ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y sobrevivir.
El presente actualiza futuros potenciales creados por el pasado. Un cambio de pensamiento de un segundo crea numerosos potenciales de equilibrio en un tiempo acelerado, cuya sí­ntesis instantánea en nuestro tiempo, conllevarí­a una puesta en forma o recuperación rápida de apariencia milagrosa.
Nuestro “doble” experimenta muy rápidamente nuestro futuro y, por aperturas imperceptibles entre los dos tiempos, intercambios permanentes de informaciones nos llevan por el buen camino.
Es recuperando el principio vital de intercambio de informaciones con nuestro “doble” durante nuestros sueños, que podremos por fin conocer el objetivo de nuestra vida y encontrar el equilibrio capaz de reconducirnos a íél.
Nuestro doble está a nuestro servicio, esperando contactar con nosotros para transmitirnos los mejores instintos de supervivencia, ya que íél viaja al futuro y nos transmite la información.
Tenemos varias potencialidades en nuestro futuro. Se trata de escoger la mejor para beneficio nuestro y de nuestro planeta, aprendiendo a recibir las informaciones de nuestro “doble” y no empezar a poner en duda su existencia.
No hay necesidad de recordar los sueños. Basta con prepararnos a “bien soñar” por la noche para vivir bien durante el dí­a, modificando nuestros pensamientos (siempre en positivo).
Momentos antes de dormirnos podemos ponernos en contacto con nuestro “doble”, exponerle nuestros problemas y pedirle que busque la mejor solución posible (de entre los posibles futuros). ¿Recuerdan la frase “lo consultaríé con la almohada”?
Tener total confianza en que tu “doble”, te lo va a resolver de la mejor manera posible (ya que tu doble eres tú en otra dimensión). Tener la “certeza” de que ya te lo resuelve. Tener una actitud de total despreocupación y confianza. No pensar en hacer a los demás lo que no quieras que los demás piensen en hacerte a tí­. Estar muy atentos a las señales que nos da la vida. Saber escuchar los “avisos”.
Estas informaciones provenientes de las “aperturas temporales” imperceptibles nos permiten mejorar nuestro presente. Son siempre tan rápidas que nos llegan bajo la forma de intuiciones, sugerencias y premoniciones.
El control de las aperturas temporales cambia nuestras noches y tambiíén nuestra vida. Además es un medio muy eficaz para ya no estar angustiados o deprimidos frente a una situación delicada, a condición de saber cómo y por quíé proceder. En efecto, el saber que el dí­a siguiente será mejor nos alegra el corazón, el estríés desaparece y con íél las enfermedades. El dirigir nuestra vida es nuestra responsabilidad.
Es preciso ser dos para intercambiar información: uno de ellos viaja entre su presente y su futuro. El otro entre ese futuro (que es su presente) y el futuro de ese futuro (que es su propio futuro). Así­ pues, las tres realidades presentes -del pasado, del presente y del futuro- son accesibles al mismo tiempo por intercambios de información en las aperturas temporales.
Nuestro doble es un explorador o mensajero. Está ahí­ para asegurarnos el mejor presente a cada instante. Está listo para darnos todas las informaciones necesarias en cuanto se lo pidamos. Puesto que “íél” es “yo”, está siempre dispuesto a crearnos el mejor porvenir.
Cuando estamos seguros de recibir ayuda en todo momento y en todo lugar, esta confianza se vuelve un automatismo saludable.
Nuestro doble tiene la capacidad de explorar lentamente nuestro futuro, en un tiempo tan rápido que no nos damos cuenta de ello. En nuestro tiempo recibimos sus consejos en forma de sugerencias inmediatas, que crean nuestra intuición.
El hecho de estar desdoblados sin tener tiempo de darnos cuenta, nos da la sensación de saberlo todo intuitivamente, sin tener que pensar en nada.
Nuestro cuerpo es un receptáculo de informaciones necesarias que nuestro “doble” llena en cuanto puede. Todas nuestras cíélulas obedecen a la voluntad de este otro yo, que espera nuestro consentimiento para venir a visitarnos.
Su benevolencia es incuestionable porque “íél” es “tú”, y siempre lo será puesto que te asegura la vida despuíés de la muerte, en otro tiempo, pero como es imperceptible lo hemos olvidado. Es buscando y reencontrando el contacto con nuestro “doble” que podremos equilibrarnos y entender el objetivo de nuestra vida terrestre.
¿Cómo proyectamos nuestro futuro? La anticipación es un principio vital. Es con nuestros pensamientos que proyectamos nuestro futuro. Si vamos por la calle y alguien nos da un empujón y pensamos ¡lo matarí­a!, este pensamiento ya está abriendo un futuro potencial asesino para nosotros en nuestras aperturas temporales. Esto lo podemos modificar con un sencillo intercambio de información: con un pensamiento contrario y tranquilizador. Así­ reina la paz en el futuro. La ley de los tiempos es sencilla: “Si nadie en la Tierra pensara en matar, no existirí­a ningún futuro potencial asesino y la actualización de un asesinato serí­a imposible”. Todo depende, pues, de nuestro modo de vida y de nuestros pensamientos que crean el conjunto de nuestras posibilidades de futuro y eso durante los aproximadamente veinticinco mil años de nuestro desdoblamiento actual. Nuestro doble puede modificar los futuros que nosotros hemos creado, siempre a petición nuestra. Cuando le damos las gracias, íél entiende que va por buen camino y no duda en seguir adelante con lo que ha empezado, en función de las informaciones que recibe de su pasado.
Restablecer un cuerpo enfermo o acallar una mente angustiada viene a ser cambiar el futuro y consecuentemente cambiar el mundo. El quejarse o lamentarse crea inmediatamente en el futuro algo del que poder quejarse o lamentarse.
El intercambio de informaciones con un doble no es mágico ni peligroso. Lo peligroso es ignorar la forma de controlar las informaciones que nos llegan a cada instante y de vivir según nuestra conciencia, sin saber quiíén la llena de pensamientos subliminales sin interíés alguno.
La única dificultad proviene de la forma de pensar, pues no estamos acostumbrados a colocar el futuro antes que el presente. Esta nueva noción del tiempo va a conmocionar el fundamento mismo de todos nuestros pensamientos.
Dejando nuestro sueño en manos de nuestro doble, es como encontramos o recobramos un equilibrio corporal y, sobre todo, y a su vez, planetario. Aquíél que se mantiene en contacto con su doble, no teme al futuro, cosecha sólo informaciones capaces de crear y de recibir las mejores posibilidades futuras individuales. Equilibrándose de esta manera, equilibrará al planeta cuyo futuro potencial colectivo mejorará poco a poco. Sólo nuestro doble es capaz de volvernos a dar las ideas que eran las nuestras cuando nacimos.
Es importante ser conscientes de nuestro último pensamiento antes de quedarnos dormidos, pues es el que nos dirige al tiempo ralentizado de nuestro doble. Es el agua de nuestro cuerpo la que almacena y restituye las informaciones. El enfocarnos demasiado en nuestros problemas atrae las energí­as futuras responsables de nuestras dificultades. Si intentamos encontrar nuestras soluciones de esa manera, atraeremos futuros que pueden no ser los más adecuados. Sin embargo, si pedimos a nuestro doble que resuelva nuestros problemas y clasifique las soluciones, lo atraeremos hacia nosotros y nuestros sueños serán beníéficos siempre que aceptemos su solución, con una confianza absoluta, con gratitud y en la certeza de que es el mejor futuro posible. La mejor manera de quedarnos dormidos es pedir a nuestro doble que nos enví­e el mejor futuro que hemos podido crear. “Que se haga tu voluntad”. El dejar nuestro lugar de director de orquesta a nuestro doble nos adormece más rápidamente que nuestros deseos o proyectos. Simplificándolo en una sola palabra, serí­a “encomendarnos”.

Nuestra encarnación en la tierra tiene como objetivo permitir a nuestro “doble” arreglar los futuros que hemos perturbado. Le servimos de trampolí­n hacia el futuro que deberí­amos construir según sus consejos. De esta manera el Apocalipsis volverí­a a encontrar su sentido etimológico de descubrimiento maravilloso de lo escondido. El planeta sólo actualizarí­a futuros beneficiosos para todos.