Por… Diego Alonso Ruiz
El factor más importante: el ego
Si bien los análisis tíécnico y fundamental son importantes para la toma de decisiones en los mercados financieros globalizados, el factor psicológico es el factor clave.
Cuando leemos u oímos algo inmediatamente nos formamos una idea, una opinión. En base a dicha opinión tomamos una decisión de inversión. Luego esperamos que el mercado confirme que tenemos la razón. El mercado puede estar de acuerdo con nosotros y darnos beneficios rápidamente. Pero cuando no ocurre eso, empiezan los problemas. Nuestro ego nubla nuestra capacidad de hacer lo correcto.
Nuestro ego nos dará todas las razones del mundo para aferrarnos a posiciones que nos hacen perder más y más dinero. El ego se apodera de nosotros con el único fin de preservar nuestra autoestima, y convertirá pequeñas píérdidas en grandes y cuantiosas píérdidas de nuestro preciado capital.
Por otro lado, cuando nuestra decisión viene apoyada por el mercado y generamos ganancias, el ego se manifiesta halagándonos para tomar los beneficios. El ego nos fuerza a cerrar posiciones rápidamente porque necesita la gratificación inmediata de demostrar que tenemos razón. Cortamos rápidamente los beneficios y dejamos correr las píérdidas durante largo tiempo. Sin duda, todo lo que no se debe hacer.
Por otro lado, las personas sin ego no tienen nada que proteger y se limitan a realizar lo que el mercado dice. Al no tener ego que las dirija, es más sencillo para ellas fluir con las direcciones del mercado. Limitarse a abrir los ojos sin ego, escuchar lo que el mercado quiere comunicarnos y no intentar decirle al mercado cómo tiene que comportarse es la clave para desarrollar una adecuada psicología en sus inversiones.
Por ejemplo, desde hace algunos meses yo venía opinando acerca de que deberíamos ver movimientos alcistas en la plata en los últimos meses del año, debido a una serie de "X" factores.
¿Quíé hizo la plata estos últimos meses? ¡Cayó!
El metal exhibió caídas producto del temor del mercado por el precipicio fiscal en Estados Unidos. Felizmente, un adecuado uso del stop loss nos permite cortar píérdidas, asumir errores y permitir dirigir nuestras decisiones de inversión hacia otros lugares donde rentabilizar. En mi caso: corto en el trigo americano, corto en el yen japoníés y largo en JP Morgan, en las cuales afortunadamente me está yendo bastante bien.
Es difícil liberarnos de nuestro ego: requiere de entrenamiento y constancia
Suerte en sus inversiones…