El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se ha propuesto atacar a los superdepósitos, en un intento de restaurar los márgenes de la banca para que pueda así fluir el críédito. Las limitaciones a las rentabilidades modifican por completo la comercialización del producto estrella del ahorro conservador.
¿A quíé se debe esta medida?
El proceso de reestructuración el sistema financiero tras la petición de rescate ya apuntaba a que las entidades que hubiesen recibo ayudas se verían obligadas a renunciar a políticas comerciales agresivas. De esta forma, el Banco de España empieza a hacer uso de las facultades otorgadas por la firma del Memorandum de Entendimiento (MoU), que hizo posible la recepción del dinero para la recapitalización a la banca.
¿Cuál es su objetivo?
El objetivo de lo que hasta ahora es una recomendación sería evitar que la banca se enzarce en una guerra para captar clientes lo cual acabaría deteriorando su cuenta de resultados. El alivio a sus márgenes de intermediación acabaría abaratando el críédito y permitiría aliviar la actual contracción que vive el mercado. Además, a día de hoy, y tras la inyección de capital de los 40.000 millones de euros del rescate, llega el momento de que la banca comience a dar financiación, el objetivo último al que aspiran el Gobierno y Bruselas.
¿Quíé entidades se verán afectadas?
En un principio las entidades que recibieron ayudas del FROB así como aquellas a las que se le han inyectado fondos del MEDE no podrían comercializar productos de ahorro cuyo tipo de interíés medio superase los ofertados por las cinco principales entidades. Sin embargo, y de acuerdo a la información que se dispone hasta el momento, la iniciativa propuesta por Luis María Linde afecta a todas las entidades sin distinción, es decir, tanto a las rescatas como a las sanas.
¿La rebaja de la remuneración repercutirá a los clientes que ya tienen contratado un depósito?
La recomendación del Banco de España estaría dirigida a los nuevos depósitos de nueva contratación así como a las futuras renovaciones. Es decir, aquel que haya firmado por un producto al 4% anual (media que venía dominando el mercado a finales de 2012) seguirá percibiendo la remuneración pactada. Una vez concluido el plazo de permanencia y si el cliente quiere renovarlo, la entidad tendría que tener presente la iniciativa del regulador.
¿Incluirá penalizaciones a las entidades que se salten la norma?
La limitación a las rentabilidades que impone el Banco de España se ha tratado por ahora solo verbalmente, es decir, el regulador no ha enviado documento escrito a las entidades. Los máximos fijados son meramente orientativos, dejando así margen para la negociación de acuerdo al grado de vinculación del cliente y la cantidad aportada. No obstante, si la banca no hiciera caso de la recomendación, el presidente del Banco de España remitiría una circular y no se descarta que incluyese penalizaciones orientadas a la exigencia de mayor capital a los bancos infractores, que podrían oscilar entre 75 y 125 puntos básicos adicionales de core capital. Esta media no sería nueva, pues ya en 2011 el ejecutivo de Josíé Luis Rodríguez Zapatero aprobó una ley que castigaba con mayores aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos a todos aquellos bancos que comercializaran depósitos con unos tipos superiores a los del mercado. Fue la conocida Ley Salgado, derogada por Luis de Guindos en su tercera reforma financiera. La penalización con mayores exigencias de capital sería sin embargo mucho más efectiva y disuasoria que las aportaciones adicionales al FGD que se reclamaron a los bancos infractores.
¿Quíé tipos de interíés encontrará el cliente que vaya a contratar un depósito?
Siguiendo las líneas maestras de la recomendación, el Banco de España aconseja ofertar rentabilidades del 1,75% para aquellos depósitos con una duración inferior a un año. Para periodos superiores a un año e inferior a dos, la remuneración podría alcanzar el 2,25% y solo subiría al 2,75% para los de mayor duración. Con todo ello, los tipos máximos que podrían comercializar las entidades no debería superar el 3%.
¿Se han acabado todas las ofertas por encima de los tipos límite?
En principio las cotas fijadas por el organismo que preside Linde son tan solo orientativas, dejando abierta la posibilidad a tipos más elevados en función del grado de vinculación y la cantidad aportada. No obstante, las remuneraciones mayores solo se podrán aplicar en el 15% total de la cartera de renovaciones.
¿Todavía se pueden contratar depósitos a tipos superiores?
Aunque la mayoría de las entidades se han puesto las pilas y han comenzado a rebajar los tipos de sus depósitos estrella, todavía es posible encontrar alguna excepción en el mercado. Uno de los casos más llamativos es el de Bankia. La entidad todavía sigue inmersa en su política de intentar compensar la fuga de depósitos y en el inicio de 2013 continúa prometiendo una remuneración del 3,7% en su depósito a un año. A ella se suamn BBVA (depósito a un año al 3,5%) y Sabadell (depósitos 12 meses al 2%).
¿Afecta a los depósitos estructurados?
A primera vista la recomendación de Linde no afectaría a los depósitos estructurados, según fuentes del mercado, ya que en este caso la rentabilidad está compuesta de una parte fija y otra ligada a la evolución de un índice, valor o grupo de valores. No obstante, en todo caso, el mercado podría asistir a una rebaja del tramo fijo.
En la anterior ofensiva contra los superdepósitos, los estructurados o combinados se convirtieron en una alternativa que ganó fuerza tras la aprobación de la ley Salgado pues ofrecían unas rentabilidades más suculentas sin penalización para las entidades que lo comercializaban, que aun así encontraron la gran alternativa en la comercialización de pagaríés.
¿Quíé alternativas de ahorro existen a los depósitos?
La rebaja de las remuneraciones traerá consigo la búsqueda de nuevas alternativas de inversión que satisfagan la sed de rentabilidad de los ahorradores. Entre el abanico de posibilidades, algunas fuentes apuntan a que en los próximos meses los pagaríés, que ya tuvieron su momento de gloria con la limitación del anterior ejecutivo y el ascenso de la deuda pública, podrían cobrar protagonismo. A ello habría que sumarle los fondos de inversión, que en la última íépoca han pasado a un segundo plano, y la deuda pública.