El presidente del BCE, Mario Draghi, ha asegurado hoy que la economía registrará este año una "gradual mejoría" a lo largo del presente ejercicio, y ha insistido en que los gobiernos persistan con las reformas para que se consolide la mayor calma en los mercados. El organismo ha cumplido con el guión esperado y ha mantenido los tipos de interíés en la zona euro en el 0,75%.
Los mercados han mejorado, pero los riesgos para la economía persisten y las finanzas de la eurozona deberán mejorar a lo largo de de este año. El presidente del BCE, Mario Draghi, ha asegurado hoy tras la reunión del consejo del BCE, en la que el organismo ha mantenido tipos, que las mejorías en los mercados financieros aún no se han trasladado a la economía real, pero que esto es una cuestión de tiempo.
Mario Draghi ha explicado que la bajada de tipos ha sido una decisión unánime. En la reunión anterior Draghi admitió que algún miembro del BCE se postuló a favor de bajar tipos.
"Si miras el panorama, ha habido mejoras significativas en las condiciones de los mercados financieros", ha asegurado. "Estamos viviendo un proceso de normalización de estos mercados". El banquero italiano ha citado como ejemplos para ello la caída en el diferencial del bono, la subida de las Bolsas, la baja volatilidad, la subida de los depósitos en los países perifíéricos o la menor dependencia del BCE de los bancos de estos países y la reducción del balance del organismo central.
"La fragmentación del mercado financiero se está reparando. Pero esto no llega a la economía real, donde el diagnóstico es el mismo que hace un mes", cuando el BCE mantuvo tipos. Las perspectivas económicas siguen siendo díébiles y los riesgos para el crecimiento, a la baja. "La presente situación es muy inestable, por riesgos de commodities, de precios y por las políticas del gobierno".
Respecto de los ataques hechos hoy por el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, en los que atacó duramente la ortodoxia alemana, Draghi manifestó que "son comentarios que se producen con frecuencia. "Deberíamos no olvidar que esta consolidación es inevitable. Se ha hecho tanto que no sería justo volver atrás".
Existen riesgos, pues, pero pasan fundamentalmente por "la falta de acción de los gobiernos". En este sentido, ha asegurado, "no solo hace falta una consolidación fiscal, sino tambiíén hay que aplicarla de forma adecuada". En lo que se refiere a los desequilibrios, a los ajustes estructurales, la competitividad, "hay que crear una situación en la que no tengamos un acreedor permanente".
Preguntado sobre si los acontecimientos de las últimas semanas son un punto de inflexión en la crisis europea, Draghi ha sido prudente, y ha rechazado de plano que el banco estíé barajando una estrategia de salida de las medidas de estímulo extraordinario. "Aún hay signos de fragmentación en el mercado financiero", ha incidido. "Y hacen falta señales de esa recuperación de la economía que esperamos llegue este año" para pensar en la retirada de estímulos.
Además, ha inisistido en que una vez que los mercados financieros se han estabilizado, la vuelta al crecimiento depende de las políticas nacionales, en tíérminos de competencia en los mercados de bienes, competitividad y evolución de los costes laborales.
Paro en España
Preguntado sobre si le preocupa la framentación del mercado laboral (en paralelismo con la fragmentación financiera de la que suele hablar), y citando el elevaddo paro y paro juvenil en España, Draghi ha insistido en que el mandato del BCE, a diferencia de la Fed, no hace referencia al empleo. "Pero eso no quiere decir que no sea un elemento que tengamos en cuenta", añadió.
Según Draghi, algunos aspectos del elevado desempleo en algunos países (no ha citado explícitamente a España) son coyunturales y otros estructurales. "Un elemento estructural es el alto paro juvenil; si fuese coyuntural se distribuiría de forma uniforme. Eso nos indica un mercado dual, con distintos grados de protección al trabajador. La mayor flexibilidad introducida desde 2000 se ha concentrado en los más jóvenes, y por eso han sido los primeros en perder su trabajo", comentó. "La política monetaria no puede hacer mucho por ello", aseguró.